Once personas murieron ayer domingo cuando el avión donde viajaban se estrelló al sur de la ciudad iraní de Isfahán. Las víctimas del accidente, de nacionalidad turca -dos de ellas turca y española-, eran todas mujeres, incluída la tripulación -dos pilotos y una azafata-. El avión había despegado en Los Emiratos Árabes y se dirigía a Estambul.

Las ocho pasajeras volvían de la despedida de soltera de una de ellas, hija de un conocido empresario turco.

Según uno de los responsables de Emergencias, Mojtaba Jalidi, el avión cayó en picado, de acuerdo con los testigos, con uno de los motores ardiendo. El aparato se estrelló en una zona montañosa de difícil acceso, unos 370 kilómetros al sur de la capital, Teherán, cuando el tiempo era lluvioso. La aeronave siguió ardiendo al estrellarse y podía verse a larga distancia.