El escultor Xavier Corberó (Barcelona, 1935) murió este lunes a los 81 años, según ha confirmado su hija, Ana Corberó, a través del Twitter.

Artista de fama internacional, hizo más de cien exposiciones a todo el mundo, tiene obras en 30 museos y en espacios públicos de ciudades como Barcelona, Madrid, Washington, Palma, Dallas, Amsterdam o Londres, entre otros. Tuvo un papel destacado como asesor del Ayuntamiento de Barcelona en la elección de obras de autores de prestigio internacional para poner en calles y plazas de la ciudad durante los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992. Fue el escultor escogido para hacer las medallas olímpicas y recibió la Cruz de Sant Jordi el año 1992.

Después de estudiar a lo Escola Massana de Barcelona –fundada en 1929 por su padre y por Llorenç Artigas-, continúa su formación en la Central School of Arts and Crafts de Londres, donde trabajó con piedras y metales preciosos. Su estancia a la Fundación Medici de Lausana conforman un periodo determinante en su formación artística.

Vuelta al mundo

Al principio de los años 70 y animado por el pintor Manuel Viola, decide viajar a Nueva York, donde entra en contacto por mediación de Marcel Duchamp con el grupo de surrealistas y artistas como Man Ray o Max Ernst.

Entre 1966 y 1968, editó series de aguafuertes y litografías y también diseñó joyas. En 1963 hizo su primera exposición individual en Munich, donde recibió la medalla de oro del estado de Baviera, en Pittsburg, Nueva York y en Japón.

Cuando vuelve a Catalunya a mitades de los sesenta, impulsa en Cuevas de Llobregat el Centre de Actividades e Investigaciones Artísticas de Catalunya Fundación Xavier Corberó, un conjunto de talleres de varias disciplinas artísticas en las cuales se beca a artistas jóvenes. En el 2000 fue elegido miembro de la Real Academia Catalana de Bellas Artes de Sant Jordi.