Este domingo ha muerto el presidente de Cementos Molins, Casimiro Molins Ribot, a los 97 años en Barcelona. A través de un comunicado, la familia, el consejo de administración y los trabajadores "han lamentado profundamente la pérdida" y han destacado que durante su mandato se consolidó el crecimiento y la internacionalización del grupo.

Molins, licenciado en Derecho por la Universitat de Barcelona, era padre de seis hijos y tenía 24 nietos. Fue miembro del consejo de administración de Cementos Molins durante 71 años y ocupó varios cargos de responsabilidad en este grupo. En 1945 fue nombrado consejero y secretario del consejo de administración, en 1972 asumió el cargo de consejero delegado y, desde 1986, ostentaba la presidencia de la compañía.

La compañía catalana, cuyo consejero delegado es Julio Rodríguez, obtuvo el año 2016 unas ganancias de 63,9 millones de euros. La empresa está controlada en un 91% por la familia Molins y cuenta con 12 plantas integradas de fabricación de cemento repartidas por España, México, Argentina, Bolivia, Uruguay, Bangladesh y Túnez.