Fèlix Martí i Ambel, reconocido defensor de la identidad catalana y la promoción de iniciativas internacionales en favor de las lenguas, las culturas y los derechos de los pueblos, ha muerto este martes por la mañana a los 87 años. La ceremonia de despedida será jueves 4 de septiembre, a las 18h en el Oratori del Tanatori de Vilanova i la Geltrú.
Nacido en Barcelona el 1938 i formado en ingeniería y licenciado en filosofía el 1965, Martí se implicó desde muy pronto en la lucha antifranquista y en el escultismo, donde destacó como dirigente en la Delegación Diocesana de Escultismo durante los años sesenta.
Su trayectoria profesional empezó como profesor de filosofía y director del curso preuniversitario del Instituto Católico de Estudios Sociales de Barcelona (1968-1970). Posteriormente, asumió la dirección del Laboratorio de Sociología y de la Fundación Jaume Bofill. En 1974 participó en la fundación del PSC-Reagrupament y un año más tarde fue elegido en Roma presidente del Movimiento Internacional de Intelectuales Católicos Pax Romana, cargo que revalidó en 1979 en México.
La Fundación del Centre UNESCO Catalunya
En 1984 fundó el Centro UNESCO de Catalunya, que dirigió hasta el 2002 y del cual fue nombrado presidente honorario. Desde esta plataforma impulsó congresos de sociolingüística, participó en el consejo de la World Futures Studies Federation y presidió el comité de dirección del Informe UNESCO sobre las lenguas del mundo.
Comprometido con el diálogo interreligioso, el 2004 fue corresponsable del Parlamento de las Religiones del Mundo en Barcelona y el año siguiente asumió la dirección del Centro Interreligioso de Barcelona, creado por el Ayuntamiento para garantizar la libertad de culto y el respeto entre confesiones. También presidió Linguapax Internacional, entidad dedicada a vincular la educación por la paz y el aprendizaje de las lenguas.
Numerosos reconocimientos a lo largo de su vida
A lo largo de su vida recibió numerosos reconocimientos, como la Medalla UNESCO de los Derechos Humanos y el premio CIEMEN (1995), la Creu de Sant Jordi (2002) y la Medalla d'Honor de Barcelona (2006). Formó parte del patronato de la Fundación por una Cultura de la Paz, impulsada por Federico Mayor, y del de la Fundación Ubuntu.

Publicó, entre otros, sus memorias Diplomàtic sense estat (2006) y el libro Déus desconeguts (2013), una aproximación a las religiones orientales. En el 2003 dio su biblioteca personal a la Universitat Pompeu Fabra. Martí donó 7.000 volúmenes de monografías y 80 colecciones de publicaciones en serie sobre tres grandes ámbitos temáticos: filosofía, ciencias sociales y teología.
Martí fue también presidente de L’Opinió Catalana y siempre mantuvo un firme compromiso con la paz, la diversidad lingüística y el diálogo entre pueblos y religiones.