¿Algunos humanos son más evolucionados que otros? Por lo visto, sí, y la respuesta, la encontramos abriendo la boca. Hay quien es afortunado y no lo sufrirá, otros, no podrán decir lo mismo. Habrá quién los tendrán todos y otros, ninguno. Habrá quien les salgan de uno en uno, a otros, todos de golpe. Pero también existen aquellos que los tendrán todos, pero que nunca les saldrán ni verán luz. Hablamos de las muelas del juicio, aquellas que cuando salen de la encía, lo pueden hacer de muchas formas diferentes pero a menudo, cuando lo hacen, causan dolores y daños que obligan a pasar por quirófano para ser extraídas de la boca.

Las muelas del juicio reciben este nombre debido al hecho de que son los últimos molares o cordales -como también se nombran- que salen, y lo hacen coincidiendo con la entrada de la edad adulta. Un periodo que generalmente se sitúa entre los 17 y los 25 años cuando se supone que ya tienes que empezar a tener cierto juicio.

Las muelas del juicio están presentes en los seres humanos menos evolucionados

Situémonos. Dentro de la boca en total encontramos 32 dientes, agrupados en 4 incisivos, 2 caninos, 4 premolares, 6 molares -donde se incluirían las muelas del juicio- y todas estas, multiplicados por dos, teniendo en cuenta la arcada superior y la inferior. Por lo tanto, aquellos que tienen muelas del juicio tendrán 32 dientes y los que no, 28.

Radiografía dental UnsplashUna radiografía bucal donde se pueden ver las muelas del juicio en el interior de la encía / Foto: Unsplash

Tener muelas del juicio te hace ser menos evolucionado

"Las personas que no tienen muelas del juicio podríamos decir que son más evolucionadas con respecto a la salud bucodental, porque no será necesario realizar tratamientos al respecto en un futuro para solucionar posibles problemas relacionados con estas, que no es poco"!, apunta Antoni Gómez, presidente del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Catalunya (COEC). Gómez añade que más allá de eso, estas personas no presentan ningún tipo de ventaja evolutiva más, por lo tanto, "no son "x-men", dice sonriendo. ¿Y cuál es su función? Como el resto de molares, las muelas del juicio sirven para ayudarnos a triturar, masticar y a digerir correctamente los alimentos.

¿Por qué no todos tenemos muelas del juicio?

Nuestros antepasados tenían las mandíbulas más grandes, adaptadas a comer alimentos más duros como la carne cruda o sólidos no procesados. Un hecho que, al tener las mandíbulas mayores, facilitaba la participación de los terceros molares o muelas del juicio. "La principal causa de reducción de la mandíbula humana y de tener menos espacio anatómico para acoger toda la dentición es el desarrollo de la cocina y el cultivo", explica el presidente del COEC, que apunta como los alimentos más suaves a causa de la cocción y el procesamiento de los últimos años, hicieron que nuestras dietas fueran más nutritivas y suaves para los dientes. "Se cree que la demanda más pequeña de mandíbula robusta, músculos masticatorios y desgaste de los dientes en los últimos tiempos es el motivo principal de tener maxilares más pequeños y con menos espacio, por lo tanto, un problema correspondiente en la erupción y desarrollo de la muela del juicio", expone Gómez. Hablamos de miles de años de evolución, de hoy para mañana las muelas del juicio no desaparecerán, explica el presidente del COEC, que dice como la tendencia general será que las futuras generaciones les acaben desapareciendo.

El 10% de la población no tiene muelas del juicio

Dentadura Unsplash

Una dentadura completa / Foto: Unsplash

En estos momentos, el 25% de la población le falta al menos una de las muelas del juicio y el 10% todas. ¿La razón? "La misma evolución de la especie humana". Gómez detalla que a las consultas se encuentran cada vez más con la ausencia de estos molares, debido al hecho de que tal como apuntaba, nuestra dieta ha ido evolucionando y cada vez ha sido más blanda y procesada, un hecho que ha comportado que estas muelas no sean necesarias.

El presidente del COEC acaba haciendo referencia a algunas de las complicaciones que acostumbran a generar estos terceros molares, como son la pericoronaritis, la inflamación en torno a la corona de la muela; el apiñamiento, el empuje inadecuado de la muela del juicio al intentar salir que causa el apiñamiento de los incisivos; cuando origina la formación de quistes que requieren de intervenciones quirúrgicas o el daño en el diente vecino, que al salir las muelas afecten directamente a la molar contigua, produciéndole caries o reabsorbiendo su raíz.