El 21 de agosto murió en la comisaría de Rubí Brian Ríos, un hombre de 28 años que después de ser detenido por atacar a la policía local cuando volvía de una fiesta, acabó en la zona de custodia. Fue arrestado y llevado a un centro sanitario, donde se le administraron calmantes, según consta al atestado policial, y horas después fue encontrado sin vida en los calabozos de la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Rubí. El caso está judicializado y la familia del hombre colombiano quiere aclarar qué pasó y cómo es que el hombre acabó muriendo.

Mientras tanto, y según ha podido saber ElNacional.cat, los Mossos d'Esquadra han iniciado un procedimiento interno para revisar el funcionamiento de las zonas de custodia, donde están los detenidos antes de ser entregados a la autoridad judicial. Los mandos de las diferentes comisarías de todo el país han iniciado la revisión de las grabaciones de las cámaras de seguridad de las zonas de custodia para confirmar que se cumplen los protocolos marcados para vigilar a los detenidos, sobre todo, para que se respeten los tiempos de supervisión física para asegurar su estado. El protocolo marca que cada hora se tiene que revisar el estado de salud de los detenidos que están en las áreas de custodia.

"Cierto nivel de relajación", aseguran los Mossos

Esta revisión, que hoy por hoy no consta oficialmente que se haya detectado ninguna irregularidad, se hace en todas las regiones policiales y sin poner alerta los agentes de que trabajan o hacen turnos en estas zonas de custodia, una de las zonas más conflictivas de las comisarías de la policía catalana por los comportamientos que muchos de los arrestados tienen, contra los agentes o contra el mobiliario. Los Mossos aseguran que se ha detectado "cierto nivel de relajación" en los controles periódicos para controlar a los detenidos, y por eso se ha iniciado esta supervisión de las cámaras de seguridad y la redacción de informes sobre el cumplimiento de este. La orden de hacer esta revisión de las imágenes se ha enviado desde la Prefectura a todas las regiones y estas lo han enviado a todas las comisarías, según ha podido saber ElNacional.cat. Oficialmente la policía catalana también asegura que esta revisión se hace para garantizar la seguridad jurídica de los agentes que desarrollan estos servicios de custodia delante posibles incidentes con las personas detenidas.

Ninguna irregularidad en el caso de Rubí

La investigación judicial, si avanza, tendrá que aclarar qué pasó en la comisaría de Rubí. Hoy por hoy, sin embargo, la policía catalana asegura que no se cometió ninguna irregularidad en el control, atención y vigilancia de Brian Ríos la noche que murió. El joven fue visitado en la CAP, tal como marca el protocolo si el arrestado lo pide, y allí le suministraron Sinogan, un sedante; y Midazolam, un antipsicótico. Según el atestado, por su estado de embriaguez, lo trasladaron a brazos hasta el vehículo -la familia asegura que tiene imágenes dónde se ve al joven en silla de ruedas y dormido- y fue trasladado hasta la comisaría de los Mossos, donde fue tumbado en posición lateral de seguridad en una de los calabozos.

A las cinco de la madrugada se confirmó la muerte. Antes, agentes del área de custodia de la comisaría y también técnicos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) habían intentado reanimarlo sin suerte. La familia de Ríos asegura que en solo una ocasión los agentes de los Mossos d'Esquadra entraron en el calabozo para mirar si el hombre estaba bien.