La cifra es escandalosa. Según los informes internos de los Mossos d'Esquadra de seguimiento de víctimas de violencia de género, a los cuales ha tenido acceso ElNacional.cat, en Catalunya los Mossos d'Esquadra tienen catalogadas 34 mujeres como personas con un nivel de "riesgo muy alto" de ser víctimas de un feminicidio o sufrir, por parte de sus parejas o exparejas, lesiones muy graves. De estas, y según los mismos datos de la policía catalana a final de 2022, hay nueve que llevan protección policial. De esta manera, por el riesgo muy elevado de ser asesinadas por sus agresores, y después de haber presentado denuncia y haber tenido conocimiento de los antecedentes de su pareja, la policía organiza protecciones personales que pueden ir desde escolta las 24 horas del día, también del domicilio, que asumen efectivos del ARRO -excepcionalmente lo hace la División de Escoltas-, acompañamientos en el trabajo o visitas diarias. No todas las 34 reciben protección por varias casuísticas; sobre todo, porque su agresor ya son entre rejas o porque ellas están en centros de acogida y protección, que ya tienen sus sistemas de seguridad.

Según los mismos datos, hay 54 mujeres que tienen "riesgo alto" de ser víctimas de violencia de género y 264 más que, según el baremo de los Mossos d'Esquadra, tienen un riesgo "medio". El gran grueso, que supera las 11.000, de las mujeres en seguimiento tienen un riesgo "bajo" de ser víctimas de una agresión física grave o de ser asesinadas. Sumando todos los datos se puede ver que actualmente en Catalunya hay más de 11.500 mujeres amenazadas por sus exparejas, una cifra que da miedo. Fuentes de los Mossos aseguran que estos datos son muy fluctuantes y pueden variar diariamente, si bien eso es una foto a estas alturas.

Más vigilancia a los agresores reincidentes

La portavoz de los Mossos, la inspectora Montserrat Escudé, participó con otros mandos del cuerpo y otros representantes de las otras policías del Estado en un gabinete de crisis que convocó el ministro del Interior español para analizar, una por una, las 49 víctimas de violencia machista registradas en España durante el año 2022 y las primeras de 2023, en un horroroso inicio de año. Aunque las conclusiones se publicarán desde la delegación del Gobierno por la violencia machista, la portavoz de la policía catalana, que también es la jefa del Área Técnica y de Proximidad de Seguridad Ciudadana, ha asegurado que las diversas policías se conjuraron por prestar más atención a los agresores, poniendo de relieve que muchos de los hombres que asesinaron a sus parejas o exparejas tenían antecedentes -con las mujeres asesinadas o con anteriores parejas.

Para hacerlo, desde el ministerio se está buscando la manera de poder alertar a las mujeres que denuncien agresiones por parte de sus parejas de los antecedentes que pueda tener el hombre en otras relaciones anteriores, un hecho que si bien la Fiscalía ha avalado, le ha puesto condiciones. Las otras medidas, y cuando se decretan órdenes de alejamiento, es el uso de medios telemáticos con el fin de hacer cumplir este alejamiento.

En Catalunya hay 38 mujeres con pulseras de protección

Actualmente, en Catalunya hay 38 mujeres que están protegidas con estos sistemas de pulseras de seguimiento. La víctima y el agresor tienen que llevar una pulsera cada uno, y se programa con los metros acordados en la medida interpuesta por el juez. Si la central de alarmas detecta que el agresor entra en una zona próxima a la víctima, llama a esta persona y lo avisa. Si no se retira -por GPS detectan los metros de distancia entre los dos dispositivos-, se activa a la policía -que envía a la patrulla que esté más cerca- y a la víctima -para alertarla del peligro, y pedirle que vaya hacia algún centro comercial con seguridad o que retorne a casa. La portavoz Escudé también ha explicado que no se ha tenido nunca una tentativa de homicidio o un homicidio con personas que llevaban este dispositivo, para valorar la eficacia.

Aunque los juezes que dictan las órdenes de alejamiento pueden de oficio solicitar este sistema de protección con pulseras de seguimiento, que gestiona el Ministerio del Interior español, los Mossos d'Esquadra, desde hace dos años, en sus atestados, también instan a los jueces a adoptar esta medida de protección. Sin embargo, la misma Escudé no esconde que es un mecanismo que genera también ansiedad a las víctimas, que siempre lo tienen que llevar y que, dependiendo de la distancia en la cual se encuentre el agresor, reciben llamadas por parte de la empresa de seguridad que lo gestiona. Con todo, desde Mossos creen que es una buena medida de seguridad, reactiva y disuasiva, y que instarán a que más jueces las ordenen en órdenes de alejamiento contra condenados o agresores pendientes de juicio, como una medida cautelar.