El departamento de Educación no denunció delante de la policía ni la fiscalía en el 2011 al sacerdote Josep María Font a quien, no obstante, expulsó de una escuela de Cabra del Camp (Alt Camp) dónde impartía religión después de que los profesores avisaron de un comportamiento inapropiado del docente.

Así lo ha reconocido este miércoles el conseller de Educación, Josep Bargalló, que ha explicado que después de las sospechas sobre el cura docente, los servicios territoriales de su departamento no trasladaron la comunicación a la policía ni a la fiscalía y se ha mostrado abierto a "revisar" los casos pasados. "Y si observamos que alguien no ha actuado como hacía falta abriremos expediente", ha dicho en declaraciones a los periodistas.

Después de reiterar su compromiso de "tolerancia cero" con los casos de abusos, Bargalló ha informado de que ha dado instrucciones precisas porque "si se recibe una comunicación de la dirección de un centro alertando que un profesor ha efectuado contactos físicos inapropiados o tiene indicios lo tiene que comunicar en la fiscalía y los Mossos d'Esquadra, incluso antes que al conseller".

Font, que este miércoles ha cesado como rector de varias localidades leridanas al aparecer su nombre vinculado a investigaciones de abusos en el pasado, aprovechaba la oscuridad para hacer tocamientos a los niños, mientras proyectaba películas religiosas en la biblioteca. Según fuentes consultadas por la ACN, el cura, que también impartía catequesis en parroquias de la comarca y participaba en colonias, también aprovechaba estos espacios para contactar con los niños. "Pero nadie denunció nunca nada, o se lo tapaba o se le tenía miedo", recuerda a una exdirectora de la escuela. El equipo director no se ha sorprendido de su destitución por supuestos casos de pederastia.

La negativa de una familia a dejar a sus hijos en unas colonias escolares si asistía mosén Font puso en alerta la escuela en relación a su profesor de religión. Cada vez menos alumnos querían hacer esta asignatura. La preocupación y desconfianza hacia el cura fue en aumento hasta el punto que fue pillado mientras acariciaba las zonas íntimas de unas niñas, por encima de la ropa, mientras se proyectaba un filme en una pizarra digital. "Estaban mirando una película en una sala oscura, con chiquillos en el regazo, y vi cosas que no me gustaron", ha manifestado Joana Fuguet, entonces directora del centro y miembro del actual equipo docente.

Visto como uno caza-herencias

Vecinos del territorio afirman que también eran muchos los que defendían al mosén, al cual consideraban una persona "afable" y predispuesta a hacer favores a la gente. Otros, por el contrario, remarcan que, más allá de los rumores de tocamientos y abusos que siempre lo rodearon, tenía un carácter ambicioso y que buscaba complacer personas mayores con el fin de hacerse con su patrimonio.

Finalmente la escuela, después de reunirse con los padres, decidió expulsarlo y así lo comunicó a través de una carta dirigida a Educación y al Arzobispado en la cual se denunciaban las "confianzas excesivas" con los alumnos hasta el punto "de incomodarlos", y que era "demasiado afectuoso" con los niños, con los cuales mantenía "contactos físicos de forma repetida".

Los alcaldes en el cargo en aquellos años -Matad Montserrat (el Pla de Santa Maria), Andreu Ferré (Cabra del Camp) y Marcel Segarra (Figuerola del Camp), este último ya difunto-, se reunieron con él para pedirle explicaciones y para comunicarle que se tenía que marchar de la zona. Durante este encuentro, Font lo negó todo y alegó que eran "malinterpretaciones".

Las investigaciones y la destitución

Posteriormente fue destinado a la parroquia de Sant Pere de Cambrils, donde habrían proseguido los supuestos abusos, hasta que en el 2015 fue destituido de manera sorprendida por el Arzobispado de Tarragona. Entre junio del 2015 y el 2016, mosén Font fue investigado por el Vaticano por presuntos tocamientos a menores "con finalidad libidinosa".

A partir de esta investigación, se adoptaron medidas disciplinarias proporcionadas a los hechos probados, según el Arzobispado. Más tarde, el hombre fue nombrado rector de Arbeca y otros pueblos del Urgell y finalmente ha sido destituido este miércoles por el Arzobispado, al destaparse que se lo había investigado por presuntos abusos a menores.