Las cuatro monitoras-socorristas investigadas por homicidio imprudente por la muerte de la niña de 4 años en Ripoll el 19 de mayo han asegurado que miraron hacia la piscina antes de marcharse con todo el grupo de niños hacia el vestuario y no vieron la niña ni tampoco el 'churro' que utilizaba para aprender a nadar.

No fue hasta que se dieron cuenta de que sobraban un albornoz y unas zapatillas que volvieron corriendo hacia la piscina. Era demasiado tarde, la pequeña estaba bajo agua y no pudieron hacer nada para salvarle la vida. Las monitoras no han ratificado la declaración que hicieron delante de los Mossos D'Esquadra y han asegurado que, entre todas, se repartían las tareas de vigilancia del grupo.

Uno de los abogados de la defensa, Francesc Jufresa, niega que los investigados cometieran ninguna negligencia y apunta a un accidente. También ha declarado como investigado el director de las instalaciones. Los abogados de la acusación particular, Carles Monguilod y José María Fuster-Fabra, han criticado que no hayan introducido ningún cambio después de la muerte de la pequeña ni hayan reforzado la presencia de socorristas. "Parece como si no hubiera pasado nada", ha lamentado Monguilod.

"Si todos dicen que miraron a la piscina y la niña no estaba, es que miraron mal, y aquí está donde creemos que estaría la negligencia, por eso estamos hablando de una imprudencia grave", ha afirmado el abogado de la acusación particular, Carles Monguilod, en la salida del juzgado de instrucción de Ripoll. Este miércoles han declarado las cuatro monitoras y el director de la piscina de Ripoll, investigados por la muerte de la niña de 4 años.

Las declaraciones estaban señaladas a partir de las nueve y media y los investigados han llegado a lo largo de la mañana. Ninguno ha querido hacer declaraciones a la salida. Dentro de la sala, las cuatro monitoras-socorristas sólo han respondido a las preguntas de los abogados de la defensa y se han negado a contestar al resto de partes. "Lo ponemos de relieve porque, de alguna manera, se han negado a responder las preguntas que tenían los padres de la niña", ha lamentado Monguilod.

Efecto espejo

El atestado policial destaca que, por la construcción de la piscina, se crea un 'efecto espejo' que hace más complicado ver el fondo. Monguilod sostiene que este efecto óptico habría tenido que hacer que las monitoras extremaran precauciones a la hora de asegurarse de que todos los niños estaban fuera del agua.

Sea como sea, las monitoras han expuesto que no se explican qué pasó entre el lapso de tiempo de recoger a los niños y guiarles al vestuario hasta el momento en que se dieron cuenta de que sobraba "un albornoz y unas chancletas". Entonces, detalla Monguilod, volvieron corriendo hacia la piscina pero ya era demasiado tarde. La niña estaba hundida bajo el agua y las maniobras de reanimación no sirvieron para salvarle la vida.

"Como es lógico, cada una ha intentado defender su actuación y su intervención, pero sigue resultando extraño que nadie se diera cuenta de ello si había un grupo de cuatro monitores con los niños y, también, cinco profesores", indica Fuster-Fabra. Las acusaciones particulares, después de escuchar la versión de las monitoras, indican que hay indicios que apuntan a una negligencia grave por parte de las monitoras.

Ningún cambio en la piscina

Este miércoles también ha declarado como investigado el director de la piscina. Ha sido el último citado y ha sido lo único que ha respondido a las preguntas de todas las partes. Según ha explicado Monguilod, el responsable de las instalaciones también ha dicho que no se explica qué pasó y ha señalado que, después de la tragedia, no han introducido ningún cambio ni en la normativa ni en la manera de vigilar a los niños.

"Ha dicho que no han corregido nada, eso nos deja un poco intranquilos porque es evidente que murió una niña porque alguna cosa no funcionó", ha detallado el abogado. "No nos pueden decir que todo funcionó perfectamente, a mí me preocupa que diga que no se reconoce ningún error, que todo se hizo bien y que no se considere la necesidad de rectificar nada", ha resaltado.

Monitoras y socorristas a la vez

De hecho, las investigadas cumplían un doble papel: de monitoras y de socorristas, y aseguran que vigilaban a los niños entre todas, aunque los subdividían en grupos pequeños de unos seis niños. "Se doblaron las condiciones y no había nadie haciendo la función sólo de socorrista, si hubiera existido seguramente no hubiera muerto la niña", ha lamentado Monguilod.

Por eso, reclama al Ayuntamiento de Ripoll que se persone a la causa, como mínimo, como a responsable civil. Aunque el juzgado requirió el consistorio y también la escuela, todavía no han dado los pasos para formalizarlo. Este miércoles un abogado de la compañía aseguradora del ayuntamiento sí que ha estado presente en las declaraciones. "De alguna manera, el ayuntamiento tenía que organizar la ratio de socorristas y monitores, a nosotros nos sorprende que no hubiera una persona que hiciera específicamente de socorrista", expone al abogado de los padres.

Después de declarar, el juzgado de instrucción único de Ripoll mantiene a las cuatro monitoras y el director investigados por un delito de homicidio por imprudencia grave. A partir de ahora, se harán más diligencias y pruebas para aclarar qué pasó y si se cometió alguna negligencia.