La misión Peregrine, una misión espacial privada con colaboración de la NASA que tenía como objetivo aterrizar en la Luna (sin tripulación) no podrá llevar a cabo el aterrizaje. La empresa Astrobotic, propietaria del módulo que tenía que aterrizar en la Luna, ha confirmado en un comunicado que no podrá llevar a cabo este aterrizaje por "problemas técnicos" del módulo. Su aterrizaje estaba previsto para el 23 de febrero de 2024, seguido de un periodo de unos 10 días terrestres para que el módulo pudiera llevar a cabo diferentes operaciones.

Su objetivo principal era completar un aterrizaje en la Luna, o "aterrizaje suave" en la superficie del astro, siendo la primera nave estadounidense a conseguirlo desde 1972, y también la primera misión comercial de la historia. Aunque el lanzamiento fue exitoso, no tardaron en aparecer problemas que dificultarían esta meta. Después del despegue, la nave sufrió un fallo en el sistema de propulsión y empezó a perder combustible de forma continuada. Finamente, el aterrizaje ha quedado descartado por la falta de combustible y ahora la empresa afirma que su objetivo es "acercarse tanto como sea posible" a la Luna para llevar a cabo operaciones científicas.

Desde de Astrobotic, con sede en Pittsburgh, afirman que hay lo bastante combustible para operar el módulo de descenso como nave espacial y ahora se espera que el módulo de aterrizaje se quede sin combustible en unas 40 horas. "Dada la fuga de combustible, no hay, desgraciadamente, ninguna posibilidad de un aterrizaje en la Luna," afirman desde de Astrobotic en una declaración publicada en X. "El equipo ha actualizado sus estimaciones, y actualmente esperamos quedarnos sin combustible en unas 40 a horas a partir de ahora, una mejora con respecto a la estimación de anoche," reza el comunicado emitido. Gracias a esta mejora en las estimaciones de la duración del combustible, desde la empresa esperan poder llevar a cabo tareas científicas durante más de un día.

¿Qué ha pasado con la misión?

El inicio fue un éxito: el cohete completó la etapa inicial de vuelo y el módulo lunar se desprendió de ello después de aproximadamente una hora. No obstante, horas más tarde el sistema de propulsión falló, evitando que los paneles solares se orientaran hacia el Sol para poder cargar su batería. A pesar de las maniobras de estabilización realizadas por el equipo líder, la nave sufrió una pérdida considerable de combustible que redefiniría los objetivos planteados para la misión: el aterrizaje en la Luna ya no sería posible. Dadas las circunstancias, los expertos de Astrobotic están evaluando qué datos pueden obtener del viaje para aprovechar la misión, a pesar de no poder cumplir su objetivo inicial.