"Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Aquí se está pidiendo la lapidación de la mujer adúltera, por quien tiene muchos pecados por ocultar. Los demás calladitos, eh. En este tema calladitos". Así ha querido visualizar el abogado de Fèlix Millet, Abraham Castro, la implicación de varias personas en el expolio del Palau de la Música que ni han confesado, y que, a su parecer algunos de ellos, que han declarado como testigos, tendrían que estar en el banquillo de los acusados.

El abogado de Millet ha hecho varias referencias bíblicas. Y ha llegado a comparar al expresidente del Palau con uno de los ladrones crucificados al lado de Jesucristo: "Dimas confiesa y le dice a Jesucristo: cuando llegues a tu reino acuérdate de mí. Y Jesucristo le dice: en verdad te digo que hoy estarás en el paraíso. Dimas no se arrepintió 8 años antes, ni devolvió ni un duro".

La defensa de Fèlix Millet ha aceptado el relato de los hechos durante las más de dos horas que ha durado su informe final, pero no la consideración jurídica, la gravedad de lo que hicieron.

Presentado como víctima

Fèlix Millet ha pasado los últimos ocho años en "arresto domiciliario" después de confesar la expoliación del Palau de la Música, según ha denunciado hoy su abogado, Abraham Castro, que ha relatado que el exresponsable de la entidad cultural ha tenido incluso que irse de restaurantes por exigencia de algunos clientes.

En la exposición de su informe en el juicio por el saqueo de la institución cultural, Castro ha destacado que Millet reflotó el Palau de la Música y que, en época de bonanza, después de hacer también cosas buenas, muy buenas y extraordinariamente buenas junto a otros gestores de la institución, se le cruzaron los cables" y se apropió de dinero que no le correspondía.

El abogado de Millet ha lamentado que, desde que Millet confesó en el 2009, ha pasado los últimos ocho años "en arresto domiciliario" en su casa de l'Ametlla del Vallès (Vallès Oriental), de donde a duras penas ha salido porque cuando lo hace es objeto de reproche público.

El abogado ha retado a cualquier persona que acuda con Millet a tomar alguna cosa en un bar: "a ver si alguien aguanta veinte minutos de las cosas que tenemos que oír", ha advertido.

En este sentido, ha denunciado que en ocasiones han tenido que salir de un restaurante porque los clientes exigieron que se los expulsara cuando identificaron al saqueador confeso.

"Algunos dirán que es lo que se merecía, pero ha pasado ocho años de verdadero arresto domiciliario", ha apuntado Castro, que ha precisado que durante este periodo Millet únicamente ha salido de su casa para pasar tres semanas enclaustrado en una de sus segundas residencias embargadas.

"Es un poco cruel. Nadie conoce la realidad de lo que es pasar por estas cosas", ha indicado el abogado, que a la vista de la situación por la cual ha pasado Millet en los últimos ocho años ha afirmado que entiende que otros acusados optaran en su momento por no confesar.

Como ejemplo, ha indicado que Millet, que acude al juicio con silla de ruedas, realmente no la necesita, ya que puede andar, aunque para recorrer cien metros necesita una media hora, en la cual acostumbra a ser objeto de reproches públicos.

Castro ha reconocido que Millet pagó con fondos del Palau obras en su casa y viajes particulares, con dinero que ya ha devuelto, aunque ha negado que, como alegaron algunos testigos, no se moviera "ni una mosca" de la institución cultural sin que él lo supiera.

Como ejemplo, ha afirmado que Millet desconocía que su mano derecha en el Palau, Jordi Montull, también pagara con fondos del Palau obras en su casa y en la de su hija Gemma.

Según el abogado, Millet ha sido "injustamente tratado" por las acusaciones y por la Fiscalía, ya que el ministerio público no los ha tratado "igual" que a otros acusados, pues ha optado por una "mano muy firme" con él y en cambio "le ha temblado la mano" con otras personas a las cuales finalmente no se ha acusado.

Sobre las bodas de sus hijas en el Palau de la Música, el abogado de Millet ha insistido en la tesis esgrimida por el acusado en el sentido que se llevaron a cabo por razones "esencialmente publicitarias", ya que posteriormente algunas celebridades optaron por casarse en el edificio modernista.

"El 80% de los invitados (a las bodas de las hijas de Millet) eran institucionales, ni los conocían los novios", ha alegado.

También se ha referido a la denuncia de la responsable de un estanco que denunció a Millet, cuando ya estaba imputado, por comprarle tabaco con un billete de 500 euros, y ha indicado que fue el propio juez instructor quien, después de registrar su casa y propiedades e intervenir sus bienes, acordó que se quedara con diez billetes de 500 euros para sufragar sus gastos personales.

Según el letrado, Millet, Montull y los responsables del Palau de la Música, aparte de las cosas que ahora se han ido enjuiciado, también hicieron "cosas buenas, muy buenas y extraordinariamente buenas", ya que accedieron a la institución cuando el edificio "caía literalmente a trozos" y en pocos años consiguieron 40 millones de euros en patrocinio, reflotaron la institución y reformaron el edificio modernista.

"No conozco a ningún expoliador que después de expoliar dejara mucho más que no encontró al llegar", ha sostenido Castro, que ha rechazado que se utilice el término de "saqueador confeso" para referirse a Millet.