Se querelló contra Pablo Iglesias “por seguir los pasos de Hitler, Lenin, Pol Pot y Castro”, contra los Lunnis “por mostrar una boda homosexual”, contra la Viagra, contra Bildu por no poner pantallas gigantes en el ayuntamiento de Donosti para ver la eurocopa de fútbol y por no recibir a los Reyes Magos, contra Samuel Eto'o “por frases ofensivas al Madrid” (aquello del “Madrid, cabrón, saluda al campeón”) o contra “todo” el 15M por “asociación criminal”.

Pero también se querelló contra varios municipios que no tenían la bandera española puesta en el balcón, contra la quema de banderas españolas (y sólo españolas) en actos deportivos, contras la pitada al himno español a la final de Copa que jugaron Barça y Athletic de Bilbao, contra las madres de la Plaza de Mayo por dar apoyo a ETA y contra la declaración de inicio de desconexión aprobada en el Parlament.

Y, mientras se dedicaron a eso, no pasó nada. Hasta que un día se personaron como acusación particular en el caso Nóos y consiguieron sentar una Infanta de España en el banquillo de los acusados. Hoy, Miguel Bernad, fundador, alma, ideólogo y todo y mucho más de Manos Limpias, ha sido detenido por un presunto delito de extorsión, organización criminal, fraude contra la hacienda pública, falsedad documental y fraude en subvenciones.

Pero, ¿quién es este abogado bilbaíno que ha marcado la agenda judicial española de los últimos años? 

Todo el mundo sabe, más o menos, que en el año 1994 fue secretario general del Frente Nacional de Blas Piñar, partido heredero de Fuerza Nueva. Y que, cuando el fracaso en las elecciones europeas de aquel año les obligó a disolver la formación, fundó Derecha Española, con quien se presentó a las municipales de 1995 y que en el 2014 dio apoyo a Soluciona. Pero muchos desconocen que Miguel Bernad es letrado del Ayuntamiento de Madrid y que fue asesor del concejal del distrito Centro de la capital española.

Muy bien conectado con los restos del poder franquista, postfranquista y neofranquista, Bernad se movía con gran facilidad por las cloacas de ciertos poderes del Estado. Eso lo permitió hacerse un nombre y un espacio mediático, mientras todo el mundo se preguntaba cómo podía ser que nadie lo parara y, sobre todo, cómo se financiaba. Si se confirman los delitos que le imputan, ya tenemos la respuesta. Pero rasquemos un poquito más.  

Manos Limpias consta como una asociación sin ánimo de lucro autodefinida como “un sindicato de funcionarios sin afiliados” que tiene 6 mil afiliados, de los cuales sólo unos 1.800 pagan la cuota anual de 60€ (120 desde no hace mucho). En relación a representación, que en teoría de eso se trataba, afirman tener 6 representantes sindicales “propios” en el ayuntamiento de Madrid y en varios consistorios de Castilla y León y Andalucía.

Miquel Bernad siempre ha defendido que no recibían un euro de dinero público, eso ha hecho que sea imposible acceder a sus cuentas más allá de lo que están obligados por ley las entidades privadas.

El soplo que ha hecho caer el castillo de cartas empezó a soplar en noviembre del 2015, cuando la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid abrió una investigación contra el hoy detenido y contra Virginia López Negrete por un delito de apropiación indebida del dinero de los afectados por la estafa de Foro Filatélico y Afinsa.

Gente que ha trabajado con Bernad afirma que la entrada de López Negrete en su entorno fue el inicio del fin. Su desmesurada ambición habría hecho cruzar la línea que le ha perdido. Sólo hay que ver cómo se anuncia la abogada a su web particular.

En las próximas horas habrá que ver qué pasa con López Negrete para conocer el futuro del caso Nóos. Sin ella, desaparece la acusación contra la Infanta. Y sin acusación, no hay caso.