"Los primeros días coincidía con un hombre en el ascensor que no conocía. Me miró arriba y abajo y me dijo que no había muchas mujeres bonitas en el Parlamento Europeo, y como era nueva tendría que coger la oportunidad de 'probar sus pancakes'" o "aquella vez que me dijeron que era demasiado guapa para trabajar en la Eurocámara". Así empiezan algunas de las entradas del blog "MetooEP" que han abierto un grupo de trabajadoras de la Eurocámara. La web recoge testimonios anónimos de acoso sexual y agresiones dentro del mismo Parlamento Europeo.

El objetivo de la iniciativa es "dar apoyo a las víctimas y animarlas a hablar y compartir sus historias", han explicado las trabajadoras a través de un comunicado. Las impulsoras afirman ser un movimiento de mujeres que "trabajan para diferentes grupos políticos en el Parlamento Europeo".

"Las entradas son anónimas. Ningún nombre será publicado. La confidencialidad será el éxito del blog", ha expuesto Anni Saga Hirvelä, a una de las impulsoras, en una rueda de prensa. "Cualquiera puede ser una víctima de abuso sexual y/o de agresiones. Hombres y mujeres han sido víctimas y es nuestro deber levantar nuestra voz por ellos", ha añadido Alfiaz Vaiya. "El Parlamento Europeo tendría que ser un ejemplo y cumplir con los valores de igualdad y aceptar ninguna impunidad", ha exigido Amelia M. Lobo.

"Medidas concretas"

Durante el mes de marzo ya se organizaron en una primera primera protesta contra "la implementación lenta e inadecuada de las medidas propuestas para combatir el acoso sexual" a la cámara europea. "El mes de marzo fue un referente para nuestro movimiento", ha explicado Arantxa Calvera, también ante los medios. "Fue la primera vez que el Parlamento Europeo los trabajadores demostraron espontáneamente sus derechos, fuimos 600. También pedimos firmas y en una semana, 1.000 personas firmaron nuestra petición".

El grupo exige a los responsables de la Eurocámara "medidas concretas" para combatir el acoso y el abuso sexual a su puesto de trabajo.

Para conseguirlo, piden "una evaluación externa" de los dos comités formados por eurodiputados que estudian los casos de acoso, formación para el personal, incluidos eurodiputados y "una ventanilla única" donde presentar quejas.