Menos de una cuarta parte de los dispositivos digitales conectados a la red en los territorios de habla catalana están configurados en catalán. Una cifra que se sitúa de media entre el 15% y el 20% de los teléfonos móviles y ordenadores, según las estimaciones de un estudio de la Aliança per la Presència Digital del Català. Los resultados indican que una parte importante de la responsabilidad es del usuario, que a pesar de tener la posibilidad de configurar los dispositivos en catalán no lo hace por "descuido". La alianza, en la que participan Accent Obert, Òmnium Cultural, Plataforma per la Llengua o Softcatalà, insiste en su campaña para promover el catalán en el ámbito digital e insta a dar el paso.

Solo un 20% de los usuarios procura “mucho” tener sus dispositivos en catalán, mientras que otro 19,6% lo hace “bastante”. Sin embargo, la mayoría de la población, el 60%, no presta atención al idioma en el que está su teléfono móvil u ordenador. Esta última es la actitud mayoritaria entre las franjas de edad jóvenes: mientras que los jubilados son los más sensibles a la cuestión, entre los usuarios que están en la treintena y hasta los 44 años, dos tercios no se cuidan de configurar los dispositivos en catalán, según se desprende del estudio. También se advierte de manera clara en el Área Metropolitana de Barcelona, donde la situación del catalán en los dispositivos se tilda de “crítica”.

El estudio se ha realizado encargando preguntas específicas en dos oleadas de la encuesta ómnibus del GESOP, que ha contado con entrevistas presenciales y telefónicas a una muestra de 1.601 personas mayores de dieciséis años y residentes en Catalunya. A los encuestados se les hicieron dos preguntas: "¿Usted procura tener configurados sus dispositivos en catalán (móvil, ordenador, navegador y aplicaciones)? ¿Mucho, bastante, poco o nada?" y "¿Cree que las empresas que tienen establecimientos abiertos al público en Catalunya deberían tener la página web en catalán de forma obligatoria?".

En este sentido, el informe detecta una disonancia clara entre la exigencia de un mejor marco para reforzar el catalán en la empresa y en el sector digital (lo que es el discurso) y la acción real del usuario con su corresponsabilidad individual (la puesta en la práctica). En este sentido, el 50% de la población reclama que las empresas que operan en Catalunya tengan versión de sus webs en catalán por normativa, "pero, en cambio, solo el 20% actúa en consecuencia configurando sus dispositivos para hacerse visibles ante las estadísticas de tráfico de Internet como parte de la comunidad lingüística de internautas en catalán".

El coordinador del estudio, Francesc Xavier Dengra, sostiene que los datos son "incómodos", porque ponen de manifiesto que la situación del tráfico en catalán en redes no es siempre tanto por un problema técnico —dado que la disponibilidad de catalán existe en los principales sistemas operativos, navegadores y motores de búsqueda de Internet—, como más bien por una situación general de "descuido" y de falta de corresponsabilidad. "Tanto los catalanohablantes como quienes se perciben como bilingües ven el catalán una vez más como simbólico a la hora de querer protegerlo, también en línea, pero no dan el paso de elegirla activamente", señala Dengra. "A los catalanes nos gusta renegar de lo que no hacen suficiente los demás por el catalán, pero nos mostramos despreocupados o relativizamos acciones de peso mayúsculo para la salud lingüística como tres clics bien hechos en la configuración idiomática del móvil o del perfil de Google", añade el responsable del estudio.

 

Uno de los factores más determinantes en la actitud de procurar configurar el dispositivo en catalán es la lengua habitual de la población. Un 77,2 % de los autoconsiderados exclusivamente catalanohablantes procuran tener configurado el dispositivo en catalán, mientras que solo un 13% de los hispanohablantes lo hace. Aun así, entre los catalanohablantes prácticamente un 20 % no lo hace. Asimismo, hay que tener presente el caso de los autoconsiderados bilingües: entre la población que afirma usar tanto el catalán como el castellano como lenguas habituales, solo un 14,4 % procura "mucho" tener el dispositivo en catalán y un 24 % lo procura "bastante". Por el contrario, prácticamente un 60 % de los hablantes bilingües no dan importancia a la configuración lingüística de su dispositivo móvil.

"La poca atención e implicación de una parte de los hablantes autopercibidos como bilingües en la presencia del catalán en su vida digital provoca que el universo de internautas catalanohablantes, a ojos externos y de las grandes corporaciones, se reduzca considerablemente (...) Esta lógica, tanto en la actitud de navegación individual como de prejuicio empresarial, ejemplifica y reafirma cómo el bilingüismo social asimétrico, por el hecho de no estar acompañado de un ejercicio activo de preferencia lingüística en los entornos digitales, promueve un efecto sustitutorio y contribuye, de manera indirecta, pero sostenida, a la minorización de la lengua catalana en el ecosistema digital", sostienen, sobre esto, los autores del estudio.

¿Quién configura en catalán? Más mujeres, de edad avanzada, de izquierdas y con estudios superiores

En el informe se constata que un 40% de los catalanes procura configurar los dispositivos en catalán, mientras que casi el 60% no lo hace. En relación con el sexo de los encuestados, las mujeres que lo procuran superan ligeramente esta media con un 43,5%, mientras que en hombres disminuye hasta el 35,5%. En ambas categorías («mucho» y «bastante») las mujeres reportan un 4% más de sensibilización en este asunto que los hombres.

En cuanto a la edad, no existen diferencias muy acusadas y amplias, pero se constata claramente que los grupos de edad más avanzada procuran más tener configurados los dispositivos en catalán: el 45,8% lo procura "bastante" o "mucho". Por el contrario, entre el tramo de población más joven (entre 16 y 29 años), solo un 17,2 % lo procura mucho y un 18,2% bastante, mientras que hasta el 40,6 % no lo procura nada. El grupo de edad de los 30 a los 44 años, de hecho, es donde la situación por el catalán es más adversa: solo un 32,8 % procura hacerlo («mucho» o «bastante»), mientras que hasta el 66,4 % no lo hace. "Hay que apuntar que entre las franjas de edad jóvenes, y particularmente entre las que se encuentran en edad laboral, es donde se concentra la población nacida fuera del Estado español, que generalmente no tiene el catalán como lengua inicial", señalan los responsables del estudio. 

Por otro lado, la investigación constata que el nivel de estudios condiciona la disposición a configurar los dispositivos en catalán. A pesar de algunas excepciones, la proporción de población que procura configurar el móvil en catalán aumenta a medida que su nivel de estudios es superior. Así pues, entre la población sin estudios, solo un 23,1 % procura hacerlo, mientras que, entre la población universitaria, esta proporción asciende hasta el 44,9 %. Además, entre la población sin estudios hay un desconocimiento más elevado o sensibilidad en relación con la materia (un 7,8 % no lo sabe o no contesta)

En cuanto al territorio, el Área Metropolitana de Barcelona destaca como una zona especialmente "crítica" en la falta de configuración de los dispositivos en catalán, mientras que las otras tres categorías se mantienen en valores muy similares a la media de Catalunya. En el ámbito urbano metropolitano, la población que procura configurar "mucho" o "bastante" su dispositivo en catalán no supera el 30%, mientras que, en cambio, la que no lo hace supera los dos tercios.

Finalmente, cabe destacar que entre los hablantes habituales de catalán en exclusiva, la sensibilidad por la configuración lingüística del dispositivo se encuentra condicionada por su opción ideológica. La población catalanohablante que se autoubica a la izquierda (en el eje ideológico), muestra una clara conciencia respecto de la temática (más del 80 % procura configurar los dispositivos), mientras que, a medida que se avanza por el eje ideológico (hacia la derecha), esta conciencia disminuye —solo el 66 % de los catalanohablantes de derechas procuran tenerlos. Entre los catalanohablantes exclusivos, el grado más elevado de conciencia temática en la cuestión se registra entre los votantes del ámbito independentista: Junts, la CUP y ERC, con Aliança Catalana (AC) situada a poca distancia porcentual. Por el contrario, entre los votantes del PP, Vox y Podemos (este último con una diferencia menos acusada), el grado de conciencia es sensiblemente inferior y se sitúa, en todos los casos, por debajo del umbral del 50%.