La pandemia del coronavirus ya hace meses que está en horas bajas a Catalunya, pero a pesar de los buenos datos la mascarilla sigue siendo obligatoria en espacios como el transporte público. Se trata de una medida que está creando mucho descontento entre los usuarios y, de hecho, muchos ni siquiera la llevan puesta alegando que no tiene sentido. Esta misma semana el Gobierno, quien tiene la llave de esta cuestión, ha sacado pecho y ha defendido su obligatoriedad. "No daremos un paso atrás hasta que lo digan los expertos. Ha sido un elemento protector muy importante y la determinación de las autoridades y profesionales sanitarios lo que nos ha permitido llegar hasta aquí", aseguraba la ministra de Sanidad, Carolina Darias.

Por lo tanto, hoy por hoy, a pesar de la tendencia aperturista del resto de países europeos y la creciente presión social para sacar definitivamente la mascarilla de todos los espacios públicos, España seguirá siendo de los pocos estados europeos que mantendrá esta restricción. La mayoría de países como Bélgica, Francia, el Reino Unido o Suecia ya han dicho adiós en esta medida, pero las autoridades españolas quieren ser prudentes y esperar a cómo evolucionará la pandemia de cara a este otoño. Mientras tanto, los usuarios hacen justicia por su cuenta y cada vez es más habitual ver rostros sin mascarilla al transporte, ya que los vigilantes de seguridad de las estaciones no pueden sancionar a aquellas personas que no la llevan y sólo pueden avisar.

¿Hasta cuándo tenemos que llevar mascarilla al transporte?

El ejecutivo no ha fijado una fecha concreta, pero ha dejado entrever que la decisión se podría tomar este otoño. Antes del verano habían dicho que "esperaban a ver cómo evolucionaba el virus durante las vacaciones" y ahora, con el septiembre entrante, todavía no han posicionado de manera clara.

El principal problema es que hay disparidad entre los expertos. El epidemiólogo Antoni Trilla, por ejemplo, se ha mostrado a favor de poner fin a esta medida, pero desde Madrid, la inmunóloga de referencia Margarita del Val no prevé un buen escenario de cara al otoño. "Los casos de muerte por coronavirus se han multiplicado con respecto a julio del año pasado. Ahora viene el otoño y somos mucho más vulnerables al coronavirus y otros virus respiratorios. Hay que prepararnos y no lo estamos haciendo", ha indicado. Así pues, Sanidad ha apostado por la prudencia y seguirá obligando a los pasajeros a llevar mascarilla.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el Estado ha dado algunos giros de timón inesperados durante la gestión de la pandemia y, por lo tanto, no se descarta que se pueda anunciar antes. En caso de ser así, lo que sí que parece claro es que se mantendría en los espacios sanitarios y en las residencias de ancianos, los espacios más vulnerables.