El exmonitor de la escuela Maristas de Sants de Barcelona acusado de abusar de cuatro alumnos ha admitido hoy que se descargó vídeos y fotos sexuales con menores para "uso personal", pero sin intercambiarlas por internet. Hoy se ha hecho el juicio contra él para difundir pornografía infantil.

La Fiscalía pide siete años de prisión por difusión de material pornográfico para el exmonitor que está a la espera de otro juicio en el cual afronta 16 años y ocho meses de prisión para abusar sexualmente de cuatro niñas de la escuela Maristas entre noviembre y diciembre del año 2015.

El caso del exmonitor estalló en febrero del 2016 en pleno escándalo por los abusos sexuales contra profesores de Maristas y la lluvia de denuncias. Lo acusan de abusar presuntamente de cuatro alumnos mientras hacía prácticas de monitor de la Fundación Pere Tarrés en el centro educativo de Sants, donde estaba a cargo de niños de entre seis y doce años en el comedor y recreo posterior.

A raíz de una denuncia presentada por la propia escuela por las quejas de las familias de las víctimas, el exmonitor fue detenido y, después de pasar a disposición judicial, quedó en libertad provisional, aunque el juez acabó ordenando posteriormente su entrada en la prisión después de que en el registro de su domicilio se comprobara que se había descargado cerca de 5.000 fotografías y vídeos de pornografía infantil.

En el juicio en la Audiencia de Barcelona, el exmonitor, a quien también acusa el ayuntamiento de la capital catalana como acción popular, ha reconocido que entró en contacto con otros internautas a través de "chats" para descargarse fotografías de "niñas, desnudas o vestidas", pero ha insistido en que siempre fueron para "consumo propio y personal".

En este sentido, ha precisado que nunca tuvo en su poder tanto material pornográfico como el que le atribuye la Fiscalía, ya que solía ir borrando las imágenes periódicamente, y ha negado que se intercambiara archivos con otros internautas, aunque alguna vez es posible que lo hiciera con alguna fotografía suelta.

Con respecto a las imágenes confiscadas en su ordenador con menores sometidas a prácticas sadomasoquistas, el acusado ha argumentado que si se las descargó fue por error y que las borraba "inmediatamente" una vez las abría y comprobaba su contenido.

El exmonitor ha aducido además que en las conversaciones que mantenía con otros internautas instándolos a intercambiarse material pornográfico mentía para "hacerse el interesante" con la finalidad de ganarse su confianza y que le permitieran acceder en sus archivos.

En una de estas conversaciones en las cuales el acusado ha dicho hoy que mentía, ofrecía a otros internautas la posibilidad de mantener relaciones con menores de origen búlgaro que eran "alquiladas" por sus padres y los animaba a hacer realidad sus fantasías sexuales.

Los Mossos d'Esquadra dieron con el material pornográfico que el acusado había bajado con su ordenador y dispositivos electrónicos, a raíz de la investigación abierta por los abusos a alumnos de Maristas de Sants, en la cual se descubrió que el monitor había pedido su dirección de correo electrónico a algunas niñas.

"Eso nos hizo saltar las alarmas", ha explicado hoy uno de los agentes responsables de la investigación, que ha relatado al tribunal que en el registro de su domicilio, autorizado por el juez instructor el 15 de diciembre del 2015, se le encontraron 4.302 fotografías y 195 vídeos de pornografía infantil obtenidos a través de redes de intercambio de archivos en las cuales participó entre 2014 y 2016.

En julio del 2016, cuando el exmonitor estaba ya encausado por abusos a alumnos y había tenido que cambiar de piso por la orden de alejamiento de la escuela Maristas que le impuso el juez, se practicó un segundo registro en su nuevo domicilio, después de que se detectara que había reanudado la actividad de intercambio de archivos pornográficos.

En este segundo registro, los Mossos le confiscaron un lápiz de memoria, un ordenador portátil y un teléfono móvil que contenían 640 fotografías sexuales en que aparecían menores de 16 años y encontraron rastros de la participación del acusado en chats de intercambio de archivos pornográficos, han explicado los agentes.

Además de este exmonitor, una docena de exprofesores de la escuela Maristas de Sants han sido acusados de abusos sexuales en más de 40 denuncias presentadas por exalumnos del centro.