En un año, todo ha vuelto a su sitio. La crítica contra las actuaciones de los Mossos d'Esquadra vuelve a estar en los medios de comunicación y en los atriles de los diferentes portavoces políticos. Las flores y abrazos de después de los atentados y del 1-O han quedado atrás para volver a dejar paso a la crítica y la demanda de dimisión del conseller de turno. En este caso, Miquel Buch. El conseller ha pedido, ahora, comparecer en el Parlament para informar de los dispositivos del 29 de septiembre y del 1 de octubre.

Los sindicatos están molestos por todo. También por la anulación definitiva del Día de las Escuadras, que no se pudo hacer en abril por la intervención del Estado con el 155, que complicaba todo el protocolo, y que se había aplazado para ahora en otoño.

La carga del sábado contra la manifestación antifascista que se oponía a la concentración del sindicato Jusapol ha reabierto la crítica hacia el trabajo de los Mossos. Y la falta de defensa del cuerpo por parte de sus responsables ha incomodado a los agentes. Tampoco han gustado las declaraciones del president, Quim Torra, animando a las acciones de los CDR.

Los sindicatos coinciden todos en que se está utilizando a los Mossos políticamente. También el de mandos, su portavoz remarca que los han "utilizado como objeto y moneda de cambio". Su afirmación es la guinda al discurso del resto de sindicatos policiales. David Miquel, portavoz del Sindicat de Policies de Catalunya, es contundente: "Es la utilización constante de un cuerpo de policía" y alerta de que si se sigue en esta línea, "el cuerpo acabará intervenido de por vida". Toni Castejón, del Sindicat de los Mossos d'Esquadra, dice que los Mossos se sienten "absolutamente" politizados: "Estamos muy solos. Nos están utilizando y después recibes".

Fepol, el sindicato mayoritario, está preocupado por la desafección que pueda haber entre los agentes. La decepción es global, indican varias fuentes sindicales. "Están decepcionados de todo el mundo. De los sindicatos y de los políticos". Las mismas fuentes alertan de que se está dañando la imagen corporativa del cuerpo y que está en peligro la institución.

De hecho, desde el sindicato de mandos COPCAT su portavoz remarca que su trabajo radica ahora en "la motivación de los agentes y en aislarlos de la situación política y lo que dice la prensa". "Nos utiliza todo el mundo ―reitera―. Utilizan a la policía como un objeto. Nosotros tenemos que cumplir la ley. Los policías son personas con alma y corazón".

Los mandos alertan de que desde hace un año que el cuerpo está en situación de estrés, y que una situación así "no la soporta ningún cuerpo como el nuestro".

Los sindicatos lamentan que "a partir de ahora el independentismo no puede decir que es un movimiento pacífico". Les preocupa también el grado de desafección de todo el mundo y alertan de que "la sensación en el cuerpo es de abandono total".

Torra y los CDR

"Apretáis y hacéis bien de apretar", dijo el president de la Generalitat, Quim Torra, en la comparecencia en Sant Julià de Ramis, donde tenía que votar Carles Puigdemont el día del referéndum y donde la policía protagonizó una de las cargas más contundentes.

Estas palabras del presidente han sido mal vistas por algunos de los sindicatos. "No han gustado nada las declaraciones de Torra", dice David Miquel, del SPC, que califica las declaraciones de "falta de responsabilidad como presidente de un país". Las palabras de Torra contrastan con el silencio de Miquel Buch, el conseller de Interior. "Se echa más de menos algo más que el silencio por parte de nuestros responsables políticos", dice Miquel, que lo atribuye a "la utilización constante de un cuerpo de policía". "Al final nos intervendrán de por vida", dice Miquel.

La carga de los truenos

Los Mossos d'Esquadra han hecho tres cargas los últimos días. La primera, y más polémica, el sábado.

La versión oficial del cuerpo y la de los sindicatos y mandos, coincide. Se cargó porque los manifestantes antifascistas pretendían saltar el cordón de seguridad que los separaba de los convocados por el sindicato Jusapol.

"La primera carga es porque tiran de todo", dice Toni Castejón. Y "la segunda fue para separar y proteger", prosigue.

Los mandos explican que el polvo de colores que se tiró contra la barrera de contención tapó totalmente la visibilidad de los agentes y que eso era un peligro. "Cuando los policías pierden la visibilidad, puede venir cualquier cosa. Objetos contundentes, un cóctel molotov... Se produjo una situación de riesgo", remarca el portavoz de lo sindicato COPCAT. En el momento en que no ves nada, tienes que disolver. Puede haber heridos, puede haber muertos", insiste. Y remarca que "se ha hecho lo que teníamos de hacer. Hemos cumplido la ley", dice refiriéndose a las cargas.

El colectivo de Mossos independentista Les Guilleries califica de "error" los hechos sucedidos durante la manifestación. "Conocíamos la trampa que quería tender este pseudosindicato de las policías españolas para provocar una reacción adversa dentro del soberanismo en unas fechas de recuerdo muy sensible", exponen sus portavoces. Y lamentan que "no se pueden permitir que la dignidad de la policía de la Generalitat quede manchada de esta manera con las imágenes tan lamentables y denigrantes que todos vimos".

Sobre los golpes de porra mal dados, los mandos, aunque justifican que "cuando se entra en situación de crisis se pueden dar golpes mal hechos", admiten que "no gusta" que eso pase. De la misma opinión son los Mossos de Les Guilleries que remarcan que "no hay que pegar de arriba abajo".

Toni Castejón lamenta que en ningún momento hubieran palabras de condena por parte del Govern a los actos violentos y que en vez de eso, Torra dijera aquella misma noche en el programa Preguntes Freqüents de TV3 que se repasaría si se había actuado según los protocolos. "Si abren algún expediente por el sábado, la BRIMO se planta", alerta el portavoz del Sindicat de Mossos d'Esquadra.

David Miquel alerta de la posibilidad de nuevos episodios tensos: "Si se permite que sean estos grupos quienes encabecen las protestas, no condenan la violencia y no cogen el control, vienen más episodios de violencia".