El Consejo de Ministros ha aprobado este martes una medida que pone punto final a una demanda histórica de Montcada i Reixac. El Gobierno ha autorizado la licitación de las obras que tendrán que servir para soterrar las vías que atraviesan el núcleo urbano de este municipio del Vallès Occidental. Se trata de una "obra de importante dimensión", según ha afirmado la portavoz de la Moncloa, Isabel Rodríguez. De hecho, ha concretado que se calcula que las obras se alarguen durante unos seis años. Se trata, pues, de un proyecto que acaba con una "reivindicación histórica" que han hecho los vecinos y el Ayuntamiento de este municipio durante décadas. Según Rodríguez, esta medida liga con el "compromiso en el plan de Rodalies" y con la "preocupación por el territorio" que tiene el ejecutivo de Pedro Sánchez. La licitación no solo permite unas obras que soterrarán las vías de la R2, sino también la construcción de una nueva estación de tren. La portavoz del Gobierno también ha informado de que se crearán cuatro kilómetros de túnel por donde circularán los trenes.

Con la luz verde del Gobierno para sacar adelante un contrato que permita soterrar las vías de la R2 en Montcada i Reixac se pone punto final a una reclamación histórica. La importancia de la petición se puede resumir con una cifra muy negra: desde mediados del siglo XIX se acumulan hasta 176 muertes por atropellos en las vías que atraviesan este municipio ubicado en el nordeste de Barcelona. Y no, no todas estas muertes son voluntarias. Aunque algunas muertes han sido suicidios, muchas personas han perdido la vida por el hecho de que los trenes no circulen bajo tierra. Solo hace falta que aquellos que no conozcan el municipio hagan una búsqueda rápida en Google Maps y observen Montcada i Reixac desde el aire en vista de satélite para entender cómo son de mortíferas estas vías. Se trata de un pueblo dividido por las vías del tren; una población marcada por la infraestructura ferroviaria. Atravesar las vías es una normalidad del día a día.

No se trata de una modificación barata. Se calcula que las obras de este proyecto complejo costarán unos 387 millones de euros. Según afirmó hace unos días la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, con la licitación de las obras "se garantiza la permeabilidad total entre las dos zonas del núcleo urbano, divididas históricamente por las vías; y construimos una nueva estación más moderna". "Eliminando la barrera física de la R2 también eliminamos el impacto visual, así como el ruido de trenes", añadió en un vídeo publicado en su cuenta de Twitter la semana pasada. También informó que los "cambios y modificaciones" que ha vivido este plan han sido posible gracias a las sugerencias "de vecinos y del Ayuntamiento". De hecho, ya hace cuarenta años que los vecinos del municipio reclaman el soterramiento de sus vías.