Anuncios, expertos hablando en la televisión, parece que todo el mundo habla de la luz azul, sin embargo, ¿qué es? Si estás leyendo este artículo en una pantalla de móvil, ordenador o tableta estás exponiendo tus ojos a la luz azul. La luz azul es sólo un color del espectro de la luz que sufrimos diariamente. A medida que dedicamos más tiempo a mirar monitores, aumentamos la cantidad de luz azul a la cual estamos expuestos, y aquí es posible que las gafas filtradoras de luz azul, ayuden. ¿Es un mito o una realidad?

"Efectivamente, las lentes con filtro de protección de luz azul funcionan en todo tipo de dispositivos", explica José María Herce Vega, óptico y optometrista de Multiópticas. "Precisamente estas lentes actúan cortando o filtrando esta radiación nociva para el ojo, igual que unos filtros solares nos protegen contra la temida radiación".

"Se tendrían que utilizar en todo momento, especialmente si cada día utilizamos estos dispositivos". Herce Vega recuerda que "hay estudios recientes que nos indican que la media de uso de pantallas en España ronda las 11 horas diarias. Por lo tanto, durante casi toda nuestra jornada laboral estamos expuestos a ella". En esta misma línea, el presidente del Colegio de Ópticos de Catalunya, Alfons Bielsa, remarca que, aunque haya estudios hechos, todavía falta mucha investigación. 

De esta manera, pone énfasis en que la luz azul tiene mucha energía. "La mayoría de especialistas coinciden que puede ser nocivo para la retina". Por este motivo remarca que los móviles y las tabletas se tienen que utilizar con cierta prudencia con los niños. "No dejan de tener una fuente de luz azul en la mano que les va directa a la retina".

Sin embargo recomienda una serie de puntos claves como una distancia de trabajo mínima de unos 40 cm, nunca menos; descansos cada 40 y 45 minutos, de manera que se pueda apartar la mirada de las pantallas y buscar un punto de fijación más remoto para poder relajar la visión e iluminación directa a las tareas adecuada, así como una iluminación auxiliar en la sala donde nos encontramos.

Gafas sí vs gafas no

¿Qué pasa si no utilizamos estas gafas? El experto recuerda que "estaremos sometidos a una fatiga visual importante, enrojecimiento y sequedad ocular". "En definitiva, un estrés visual en nuestras tareas diarias. Además, está contrastado que este tipo de luz azul, altera los ritmo circadiano, influyendo negativamente en nuestro descanso". Bielsa recuerda que, aunque puede dar problemas, precisamente también "regula el ritmo del sueño. Se recomienda no mirar pantallas antes de ir a dormir o bien poner un filtro más cálido, que ayuda a relajarse".

De esta manera Herce Vega recuerda que si la protección es importante para la población adulta, todavía lo es más para la población infantil. "El ojo del niño es extremadamente sensible y por lo tanto, requiere una atención y cuidados especiales". Y remarca que hay que tener en cuenta que la población infantil se incorpora al mundo tecnológico cada vez antes.

Los datos

Según expone Bielsa, está demostrado que los menores de 30 años se pasan, por término medio, diez horas y media delante de una pantalla. "La sobreexposición constante a la larga sí que puede afectar en la retina". De esta manera, sí que quiere dejar claro que de momento, se ha demostrado sólo en animales que la luz azul puede provocar pérdidas de visión.

Eso sí, subraya que "con el ordenador estás hidratando mucho menos la córnea" y la lágrima se evapora. "Si por término medio parpadeas 25 veces por minuto, delante de un ordenador lo haces entre 3 y 5 veces".

Todos hemos sufrido, en algún momento, fatiga visual. Ojos cansados, picor o escozor, sequedad ocular, somnolencia, visión borrosa, sobre todo, al mirar a zonas alejadas. Quizás también dolores de cabeza, cervicales o vértigo. Aunque no parece grave, a la larga podría desembocar en miopía. De esta manera, Bielsa recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que en el 2050 la mitad de la población será miope.