El abogado que representa a las familias de los dos agentes rurales muertos a tiros por un cazador en Aspa, Segrià, el pasado 21 de enero, pedirá que el autor confeso del crimen sea juzgado por asesinato y no por homicidio. El letrado, Pau Simarro, argumenta que el acusado, Ismael Rodríguez, disparó para rematar a las víctimas y, además, los agentes no se pudieron defender. Por consiguiente, a su entender actuó con alevosía.

Cabe mencionar que, después de declarar ante el juez el 24 de enero, la Fiscalía pidió el ingreso en prisión de Rodríguez por dos delitos de asesinato. Así pues, el ministerio público coincide con la opinión de Simarro.

La acusación particular pedirá 20 años de prisión por cada muerto, una petición que podría aumentar si también se tienen en cuenta posibles agravantes y se suman otros delitos como la tenencia ilícita de armas.

El abogado también apunta a la Generalitat

Pau Simarro no descarta pedir responsabilidades a la Generalitat y al Ministerio del Interior. El letrado pone sobre la mesa la posible "imprudencia" del Govern por el hecho de que los Agentes Rurales trabajaran sin las medidas adecuadas. Simarro sustenta su teoría en que, pocos días después del doble crimen, el Departament d'Agricultura decidió dotar a los trabajadores rurales de chalecos antibalas y un arma de defensa. "¿Por qué no se había decidido antes, si ya se sabía que eran necesarios"?, pregunta

Es por eso que el abogado ve razonable presentar una reclamación patrimonial a la Generalitat e, incluso, atribuirle un delito contra la seguridad de los trabajadores. "¿Envían a la calle a unas personas que ya habían recibido agresiones y amenazas sin ningún tipo de protección y después de pasar estos hechos se los protege? Eso no es de recibo", se cuestiona.

En el caso del ejecutivo español, Simarro se plantea reclamarle alguna responsabilidad por haber concedido la licencia de armas al asesino confeso, aunque en el momento del crimen no la tenía en vigor.

La investigación continúa

El juzgado de instrucción número 4 de Lleida, encargado de la investigación del caso, interrogará este lunes en calidad de testigos a los cuatro cazadores que acompañaban a Ismael Rodríguez el día de los hechos. Simarro considera que la declaración será importante para aclarar algunos "enigmas" importantes, sobre todo por qué se tardó tanto en llamar a los servicios de emergencias, entre 30 y 45 minutos, si se tiene en cuenta que la llamada al 112 se hizo a las 11:39, cuando los tiros se habrían disparado antes de las 11.