Òmnium Cultural, junto con ECAS (Entidats Catalanes d'Acció Social) y Coop57, han lanzado la iniciativa Lliures de Pobresa, Exclusió i Desigualtats, destinada a movilizar a la sociedad civil ante los efectos de la crisis. Los promotores de la campaña quieren destacar que, a pesar de las proclamas triunfalistas, la situación de crisis perdura. Reivindican, pues, que hay que construir un nuevo país, pero que es necesario que sea un país más libre y más justo. Y por eso apuestan por crear un fondo social, con aportaciones individuales y colectivas, para impulsar proyectos de inclusión. Han presentado el acto Jordi Cuixart, de Òmnium Cultural, Teresa Crespo, de ECAS, y David Fernàndez, de Coop57.

¿El fin de la crisis?

Teresa Crespo ha realizado un análisis de la situación catalana y ha afirmado que no es verdad que la crisis haya acabado, porque todavía hay un millón y medio de pobres, y porque ha habido una degradación de los derechos de las personas como consecuencia de los recortes. Apunta que cada vez hay más demanda social y que se va reduciendo la inversión social; esto provoca que haya grandes cantidades de gente que viven en una situación de marginalidad y de exclusión social.

Situación pésima

Los datos ofrecidos por Teresa Crespo ofrecen un diagnóstico muy negativo del estado del país. Ha bajado la tasa de paro, pero ha bajado la tasa de actividad porque hay mucha gente que ya no se apunta a las listas del empleo. Hay muchos parados que no tienen esperanza de encontrar trabajo, que han agotado las prestaciones. Hay gente que trabaja muchas horas y que no llega al umbral de la pobreza. El poder adquisitivo de los trabajadores se ha reducido en un 10% en los últimos años. Hay problemas graves de vivienda, porque, según Teresa Crespo, "no se ha tenido conciencia del valor social de la vivienda y se ha dejado el movimiento inmobiliario en manos del mercado". Y también hay altos niveles de pobreza energética... Crespo ha afirmado que las diferencias sociales, lejos de reducirse, tienden a crecer.

Niños, mujeres y viejos

Teresa Crespo ha destacado a varios colectivos como los más afectados por la crisis. Ha empezado con los niños, que en ocasiones están en situación extrema y ha denunciado que los hijos heredan la pobreza de sus padres, y que se les está privando de cualquier posibilidad de cara al futuro. También ha indicado a las mujeres como grandes afectadas por la crisis: "La pobreza tiene una imagen femenina". Y ha insistido en la situación de las personas mayores, que a menudo tienen unas pensiones mínimas. Y ha advertido que la pobreza de las personas mayores de hoy también está garantizada para las personas mayores de mañana, porque los salarios son muy bajos, y la gente no está cotizando para su jubilación.

Empujar las instituciones

Los promotores de la iniciativa creen que tienen que ser las instituciones las que lideren la lucha contra la pobreza, pero han denunciado que España, si bien firmó un compromiso europeo para acabar con la pobreza, no está cumpliendo con este compromiso. Por eso consideran que es indispensable que la sociedad civil se comprometa con este objetivo, para presionar a las instituciones y para intervenir cuando haga falta.

Objetivo de país

Jordi Cuixart ha explicado la implicación de Òmnium en esta iniciativa argumentando que "nuestro principal baluarte es la cohesión social". Y ha denunciado que en nuestro país esta cohesión se está resquebrajando, porque "el ascensor social, si no se ha detenido, cada vez va más lento". Ha denunciado que nos encontramos en una "situación excepcional", con un Estado que tumba las leyes que el Parlament catalán elabora contra la "emergencia social". Y aunque ha asegurado que los impulsores de Lliures "no quieren sustituir a los gobiernos", ha asegurado que hace falta una implicación de todos, "de largo recorrido" porque "nos estamos jugando el futuro". Ha añadido que se trata de una tarea de "responsabilidad", porque no se puede hacer país sin cohesión social. En realidad, el manifiesto de Lliures exige reconstruir el "vínculo social comunitario partido por la crisis".

La propuesta

David Fernàndez ha denunciado qué Lliures no es una iniciativa coyuntural, porque el problema de la pobreza y las desigualdades es estructural, ya que ni el Estado ni los mercados están apostando por resolver los problemas sociales. Ha asegurado que ante la nueva situación del país, "el modelo de lucha contra la pobreza con objetivos sólo paliativos" ha colapsado. Por eso ha defendido una doble vía: exigir a las instituciones que asuman las responsabilidades que les corresponden pero, al mismo tiempo, crear un gran fondo económico de solidaridad para financiar alternativas para los excluidos. Esta iniciativa se pondrá en marcha a partir de aportaciones periódicas libres y voluntarias. Recomienda que las personas y los hogares ofrezcan el 0,7% del presupuesto, con el fin de financiar la creación de un espacio de reconstrucción social.

Los proyectos

Lliures ha anunciado que empezarían sus actividades el 12 de diciembre con una docena de proyectos en diferentes puntos del territorio: desde empoderar a mujeres inmigrantes en L'Hospitalet, a proyectos en Roquetes sobre nutrición y alimentación, pasando por iniciativas para impulsar el ocio infantil en Salt. Han pedido aportaciones para hacer lo que tendrían que hacer las instituciones, ya que "si no lo hacen ellas, lo tenemos que hacer nosotros". Y han dejado claro que el proyecto no sólo pretende recoger aportaciones económicas, sino también establecer una red estable de gente que colabore en las tareas de sensibilización, divulgación y movilización y contribuya al cambio social. Jordi Cuixart ha cerrado la sesión recordando que ahora se acercan las fiestas, pero que este año, "no serán fiestas para muchos".