Las consultas a los Mossos d'Esquadra sobre ciberdelitos y estafas han aumentado un 50% desde el inicio de la pandemia, una situación de excepcionalidad que los cibercriminales encaran como si se tratara de una "gran campaña" para lanzar ataques generalizados con la temática de la Covid-19.

Raül Roca, de la unidad de ciberdelitos de la policía catalana y profesor en esta materia en la Universitat de Barcelona, ha explicado a Efe que las consultas ciudadanas sobre esta tipología de delitos en el buzón de los Mossos se han disparado hasta el 50%, aunque ha precisado que todavía es pronto para hacer balance de denuncias, ya que al ser presenciales en las comisarías estas han decrecido a causa de la pandemia del coronavirus.

Los ciberdelincuentes, subraya Roca, están aprovechando esta situación de excepcionalidad como si se tratara de una "gran campaña", parecida a la de Navidad o el Black Friday, para lanzar ataques generalizados relacionados principalmente con la temática de la Covid-19, ya que en este contexto la "capacidad de engaño" de los cibercriminales es "superior" y, por lo tanto, también lo es "su éxito" de beneficio.

Este experto de ciberdelincuencia de los Mossos explica que los métodos utilizados por los estafadores son en general los habituales, así que lo que ha cambiado es la temática, que ahora está vinculada sobre todo al coronavirus, con herramientas con las que los estafadores buscan "infectar al máximo de gente posible".

Correos electrónicos, enlaces y ficheros "maliciosos", documentos, páginas fraudulentas que a menudo se hacen pasar por oficiales, nuevas aplicaciones móviles sobre la Covid-19, dominios o whatsapps son las principales herramientas que están utilizando los cibercriminales para estafar a los catalanes en plena pandemia.

Con estas herramientas, los estafadores o bien acceden a las credenciales y datos bancarios de las víctimas o bien "infectan y comprometen" los ordenadores con el objetivo de "controlarlos", ya sea para extorsionar al propietario, para "atacar" un servidor concreto o para cometer delitos, entre otros actos ilícitos.

Los delincuentes "no han creado nuevas técnicas —de estafa—, se han adaptado a las circunstancias de excepcionalidad al tratarse de una temática sensible", recalca el agente de la unidad de ciberdelitos de los Mossos.

Roca ha citado como ejemplos prácticos de estos ciberataques una aplicación concreta sobre el coronavirus en que ofrecen a las posibles víctimas información sobre si hay personas contagiadas cerca de su domicilio o como evoluciona la enfermedad.

Para obtener esa información, las personas estafadas tienen que hacer un ingreso de 0,75 céntimos, y de esta manera las propias víctimas facilitan sus datos bancarios a los ciberdelincuentes.

Los Mossos también alertan especialmente sobre los enlaces para hacer donaciones o sobre todas aquellas webs con apariencia de ser oficiales en las que se adjuntan enlaces o documentos, incluidas algunas que simulan ser de la administración o de hospitales.

En las "infecciones" en ordenadores, como ejemplo práctico, hay casos en que los cibercriminales hacen chantaje a la víctima para que pague si quiere "recuperar el control" de su dispositivo, señala este experto de los Mossos.

También se han producido "secuestros de datos" de los dispositivos de las víctimas de estos ciberdelincuentes después de hacer un ingreso con la moneda virtual, señala este experto.

Roca explica que el perfil mayoritario de las víctimas "más vulnerables" son personas con acceso a internet, conocedoras de sus herramientas y, sobre todo, personas "no concienciadas y confiadas": "La concienciación y la responsabilidad son la mejor herramienta para prevenir estos ciberataques", recalca Roca.

Por eso, los Mossos aconsejan a los ciudadanos utilizar siempre los canales oficiales de información, no facilitar los datos bancarios en correos electrónicos, no abrir enlaces o documentos de remitentes desconocidos y no descargar aplicaciones que no sean las oficiales.

En cambio, y en un contexto en que los comercios están cerrados con la excepción de los de alimentación, lo que hace que las compras en línea se hayan incrementado sustancialmente, no se aprecia en paralelo y a priori un aumento destacable de los delitos.

Con todo, se ha detectado algún caso en el cual si se hace una compra recurrente en una página concreta, los cibercriminales han llegado a suplantar a las empresas de logística y de mensajería para estafar a los ciudadanos dirigiéndolos a un enlace concreto para hacerse con sus datos bancarios.