La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social (AROPE) en Catalunya aumentó 2,7 puntos y se situó en el 26,3% en el 2020, según el Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat). El año anterior se situaba en 23,6%. Todos los datos que determinan esta tasa van empeorando en comparación con el 2019.

El aumento del riesgo de pobreza en Catalunya no estuvo solo condicionado por la pandemia, como expone la misma institución. Los datos de donde se extraen estos parámetros salen de la Encuesta de condiciones de vida (ECV) del 2020, la cual recoge las condiciones de vida en el momento de la entrevista, a pesar de que la información sobre los ingresos, las prestaciones sociales y la intensidad en el trabajo de los hogares hacen referencia al año 2019, aunque el trabajo de campo se llevó a cabo durante el cuarto trimestre del 2020.

Los menores, los más perjudicados

Una vez más, los más afectados por la pobreza fueron los menores de 16, los cuales tienen la tasa AROPE más elevada, un 35,7%, con un aumento de 2,7 puntos en relación con el año anterior. La siguiente franja de edad, mucho más amplia, de 16 a 64 años, también aumentó su tasa. En este caso se elevó 1,7 puntos, situándose en el 25,9%.

Sin embargo, la franja que sufrió un mayor aumento de la tasa APROE es la de los mayores de 65 años, casi 7 puntos más, llegando al 19,7%.

Hogar y empleo

La composición de hogar juega un papel importante con respecto a la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social. En los hogares sin hijos dependientes la tasa aumentó unos 1,2 puntos y llega al 20%, mientras que en los hogares con hijos dependientes va creció 3,9 puntos porcentuales y situándose en el 32,3%.

Por otra parte el informe muestra como un 33% de los hogares no podían hacer frente a gastos imprevistos de 750 euros y un 30% no se podían permitir, en los dos casos son cifras mayores que las del 2019.

Los parados fue los que tenían una tasa AROPE más elevada, del 53,8%, mientras que la de los ocupados era del 13,4%, similar a la de los jubilados con un 14,7%. Un dato que preocupa teniendo en cuenta el llevar golpe que la pandemia ha supuesto para el mercado laboral.

Ayudas para bienes básicos

Según los datos del Idescat, el 13% de los hogares pidieron ayuda a familiares, amigos o entidades privadas o religiosas para adquirir bienes básicos. En concreto, un 9,3% pidió a familiares y amigos, un 1,9% a entidades privadas o religiosas y un 2,7% tanto a familiares y amigos como a entidades.

La pobreza energética sigue golpeando la población y en el 2020 un 1,3% de los hogares aseguran que estuvieron privados de una fuente de energía necesaria para el día a día por causas económicas, lo que representa casi un punto menos que el 2019.

 

Imagen principal: Un hombre pide dinero en las calles de Barcelona / Efe