A nadie se le escapa que en el último año, en Catalunya, ha llovido muy poco. Y esta falta de lluvias tiene como principal consecuencia una gran sequía que se agrava día tras día. Las reservas de agua en las cuencas internas de Catalunya están bajo mínimos. Ahora mismo, los embalses y acuíferos se encuentran en menos de la mitad de su capacidad, unos datos que no se veían desde la primavera del 2008, cuando Catalunya vivió uno de los episodios más extremos en este sentido, y eso ya ha obligado a adoptar medidas extremas en algunos puntos del país.

Si bien es cierto que los episodios de sequía no son un fenómeno inusual en Catalunya a causa del clima intrínseco de la región, los efectos de la emergencia climática hacen que cada vez sean más habituales y que obliguen a plantear soluciones a largo plazo. Es por este motivo que la gestión del abastecimiento del agua es más importante que nunca.

Ahora es el momento de centrar esfuerzos en el ahorro en el consumo de agua, en la creación de redes eficientes y en la aplicación de técnicas de aprovechamiento de los recursos hídricos no aptos para el consumo humano

La potencialidad del agua regenerada

En este contexto climático, el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) ya hace tiempo que trabaja en esta línea. Según calcula el Plan Estratégico del Ciclo Integral del Agua (PECIA) del territorio metropolitano aprobado inicialmente el pasado mes de abril, si no se actúa, el año 2050 existirá un déficit hídrico de agua potable en la metrópolis de aproximadamente 130 hm3/año. En cambio, si se tiene en cuenta la evolución de la regeneración y la reutilización del agua que prevé el Plan, podría quedar en 43 hm3/año. Sin duda, unos datos que demuestran que hacen falta replanteamientos urgentes para llegar a un escenario futuro sin déficit y es por eso que el Plan establece diversas nuevas líneas estratégicas de trabajo en el ciclo integral del agua metropolitana. Una de las principales medidas que se destacan es la necesidad de potenciar la reutilización y el desarrollo del servicio de producción y distribución del agua regenerada.

La reutilización es una alternativa muy útil para incrementar la disponibilidad de agua en territorios con recursos hídricos limitados, como es el caso del ámbito metropolitano de Barcelona. En los últimos años el volumen de agua reutilizada ha ido en aumento en este territorio, pasando de 3,8 hm3 de agua reutilizada el año 2018 además de 56 hm3 el año 2022, es decir, casi 15 veces más en 4 años. En estos momentos, el volumen de agua reutilizada en el territorio metropolitano (56 hm3/any) es el equivalente al 25% del consumo de agua potable de toda la metrópolis o el equivalente al 50% de las necesidades anuales de agua potable de la ciudad de Barcelona. Pero con las predicciones climáticas actuales es necesario ir más allá en este sentido y centrar todos los esfuerzos.

¿Para qué se utiliza el agua regenerada en AMB?

Los usos potenciales del agua regenerada son amplios. Por una parte, se puede utilizar de manera indirecta, vertiendo esta agua a ríos, canales o balsas de recarga de manera que complemente los recursos naturales y sirva para luchar contra la salinidad de los acuíferos. Y también puede servir para recargar estos recursos, de manera que se puedan seguir explotando como recurso con garantías. Por otra parte, el agua regenerada también se puede usar de manera directa, como sería el caso agrícola o recreativo para riego, el uso en la industria o el uso por descarga de sanitarios domésticos.

Más concretamente, en el territorio metropolitano, el agua regenerada tiene varios usos. Uno de los casos más relevantes es el acuífero profundo del delta del Llobregat, donde esta agua sirve para crear una barrera hidráulica contra la intrusión salina con el fin de preservar la calidad. Para que eso sea posible, parte del agua regenerada de la ERA del Prat de Llobregat recibe un tratamiento de osmosis inversa para obtener un agua de alta calidad y se devuelve al delta del Llobregat mediante pozos de inyección profunda. Así, el agua salada del mar no gana terreno al agua dulce del acuífero, una función ambiental de primer orden.

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Pozos de inyección en el acuífero contra la intrusión salina / Albert Canalejo

En esta misma línea, el agua regenerada también se utiliza para garantizar el caudal ecológico del tramo final del Llobregat. En este caso, se aporta agua con el fin de llegar a los baremos de volumen de agua que fluye de manera constante por el río establecidos, que son los suficientes para garantizar el buen funcionamiento de los ecosistemas vinculados al medio hídrico. Desde la ERA del Prat se hace un uso ambiental del agua regenerada, enviando en continuo un caudal de entre 1 m3/s y 2 m3/s al río Llobregat por debajo del ETAP de Sant Joan Despí. De esta manera se garantiza el caudal ecológico del tramo final del río Llobregat. En concreto, el año 2022 este uso fue de 45 hm3/año.

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Aportación al río por debajo de la potabilizadora para mantener caudal ecológico del Llobregat / Albert Canalejo

Además, AMB trabaja en la reutilización indirecta prepotable, que consiste a hacer una aportación adicional de caudal de agua regenerada en el río Llobregat para mejorar la cantidad y calidad del caudal circulante como recurso prepotable y reforzar así el abastecimiento urbano del territorio metropolitano. El año 2019 ya se realizó una prueba piloto en qué se hizo una exhaustiva planificación de control analítico para comprobar que se dan todas las garantías sanitarias a este procés|proceso de reutilización del agua. Y ahora, dados los buenos resultados, este diciembre ha empezado una nueva campaña de reutilización indirecta que se alargará mientras dure el estado de sequía.

A más sequía, más esfuerzos

Sin embargo, en un momento como el actual en que el territorio metropolitano se ve incluido en el estado de alerta por sequía hidrológica, hacen falta esfuerzos extra y la reutilización de agua coge una especial relevancia. Por este motivo, desde la Dirección de Servicios del Ciclo del Agua del Área de Ecología del AMB, en colaboración con el ACA, se ha trabajado en nuevas líneas de reutilización de agua durante este estado.

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Sala de la estación regeneradora de agua donde se da el tratamiento más avanzado de los posibles en el agua regenerada / Albert Canalejo

En primer lugar, se está llevando a cabo la aportación de agua regenerada a los regantes del canal de la derecha del río Llobregat. La sequía había obligado a reducir la concesión de agua de río a los regantes y ahora, como solución, se ha acordado suministrarles agua regenerada. Este mes de enero ya ha supuesto el 25% del riego (300 l/s agua de río + 100 l/s agua regenerada) y de cara a febrero y marzo llegará al 50%. En segundo lugar, a causa de la eventual sequía se ha establecido la necesidad de reducir los consumos municipales que se realicen sobre el sistema de agua potable. Con el fin de compensar las restricciones establecidas y paliar los efectos que pueda tener este ahorro en el consumo, se ha habilitado un hidrante en la ERA del Prat con el objetivo que, mediante carga con cisternas, los ayuntamientos metropolitanos puedan llevar a cabo las tareas urbanas compatibles con la calidad del agua regenerada, como el riego de las zonas verdes o la limpieza de calles.

"Con las medidas actuales y las futuras, minimizaremos la posibilidad de que el territorio metropolitano vuelva a sufrir sequía en un futuro", afirma Eloi Badia, Vicepresidente de Ecología del AMB.

¿Qué nos espera en un futuro? Los nuevos proyectos que hay ahora mismo sobre la mesa

A pesar de los avances, ahora mismo todavía es la red de agua potable la que garantiza en última instancia el suministro del servicio, ya que dispone de una red más extensa (y, por lo tanto, tiene un alcance territorial mucho más amplio), se adapta a cualquier uso y ofrece más garantía de suministro. Sin embargo, utilizar este tipo de agua para usos que no requieran una calidad de agua tan alta supone un despilfarro energético y de recursos que en muchas ocasiones no es necesario. Precisamente, una de las líneas de acción que plantea el AMB con el nuevo Plan|Plano es la adaptación de la calidad en el agua ofrecida con la calidad de agua demandada, utilizando agua en la calidad adecuada para cada uso, adaptándose a la normativa actual y optimizando los procesos de tratamiento. Eso haría que el sistema de agua potable se librara de la presión que tiene actualmente y mejoraría la eficiencia del ciclo.

La cuestión es que estos cambios, en algunos casos, requerirán modificaciones en las infraestructuras actuales o incluso la construcción de algunas nuevas. Eso es lo que estudiará el Plan Director Sectorial de Aguas Regeneradas del AMB que tiene la voluntad de dimensionar qué se tendrá que hacer para implementar nuevos sistemas en el territorio metropolitano. Definirá las necesidades de cada instalación con el fin de dar la máxima cobertura posible al suministro de agua regenerada.

De hecho, esta nueva realidad no es tan lejana como puede parecer, ya que ya se ha empezado a trabajar en varios proyectos. Entre ellos, destaca el proyecto de la creación de una red de distribución de agua regenerada en el polígono de la Zona Franca y el barrio de La Marina el Prat Vermell a fin de que las industrias sustituyan las captaciones subterráneas por agua regenerada. Ahora mismo se está redactando un proyecto constructivo que estudie los consumos potenciales de las diferentes actividades industriales y defina las infraestructuras necesarias para poder garantizar este suministro. De esta manera, habría un doble beneficio ambiental: se reservaría el recurso de agua potable para usos realmente necesarios y ayudaría a preservar el adelantamiento de la intrusión salina, consiguiendo mejorar la calidad del agua subterránea.

Otro proyecto relevante que hay sobre la mesa es el del suministro de agua regenerada en Sant Cugat, Cerdanyola y la UAB. En este caso también se está estudiando el consumo potencial de los diferentes municipios y organismos y se está contrastando con los recursos disponibles del EDAR-ERA Río Sec de Sabadell para definir qué infraestructuras serían necesarias.

Así pues, en estos momentos desde el AMB ya se está poniendo en marcha varias líneas de trabajo para poder desplegar el servicio de suministro de agua regenerada en el territorio metropolitano en los próximos años. Con la redacción, ejecución e implantación de estos nuevos proyectos previstos ahora mismo, se calcula que el área metropolitana de Barcelona pasará a reutilizar más de 130 hm3/any y pasaría a ser un referente en la regeneración y reutilización de agua.