Tramo final del juicio por los atentados de Barcelona y Cambrils del verano del 2017. Hoy los fiscales han hecho su informe final y han dicho que la célula yihadista que cometió los atentados en la Rambla de Barcelona y Cambrils (Baix Camp) el 17 de agosto del 2017 preparaban ataques el día 20 en la Sagrada Familia, el Camp Nou y la torre Eiffel, con tres furgonetas cargadas de explosivos.

La Audiencia Nacional ha reanudado este lunes el juicio por los atentados del 17-A con el informe de los fiscales Ana Noe y Miguel Ángel Carballo, que piden 41 y 36 años de prisión para los presuntos miembros de la célula Mohamed Houli y Driss Oukabir, respectivamente, y ocho para el supuesto colaborador Said ben Iazza.

Los representantes del ministerio público han aclarado que los acusan de participar en preparativos de la célula para cometer acciones terroristas, pero no de intervenir concretamente en los atentados de la Rambla de Barcelona la tarde del 17 de agosto del 2017 y del paseo marítimo de Cambrils la madrugada del 18, que causaron 16 muertos y 140 heridos.

No obstante, han considerado que tienen que ser condenados a estas penas por la pertenencia y colaboración con la célula que cometió los atentados terroristas más graves en España desde los perpetrados en Madrid el 11 de marzo del 2004.

Han relatado que la explosión del 16 de agosto del 2017 de la casa de Alcanar (Montsià), donde la célula preparaba los artefactos para los atentados, llevó a los terroristas a improvisar un cambio de planes y a cometer los ataques de la Rambla mediante un atropello masivo con una furgoneta y el de Cambrils, con cuchillos y un hacha.

Los Mossos d'Esquadra abatieron la misma madrugada del día 18 a los cinco terroristas que estaban cometiendo los ataques de Cambrils y el día 21 al autor del atentado de la Rambla, Younes Abouyaaqoub, en un camino de Subirats (Alt Penedès).

Contradicen a Cuevillas

Los fiscales han añadido que los informes periciales a raíz de los restos de cadáveres opuestos han acreditado que en la explosión de la casa de Alcanar murieron dos terroristas, uno de ellos el imán de Ripoll (Ripollès) que formó la célula, Abdelbaki es-Satty. El acusado Mohamed Houli quedó herido. Han destacado que el ADN de los restos de uno de los cadáveres de Alcanar fue comparado en Marruecos con los de familiares de Es-Satty, lo cual llevó a identificarlo.

De esta manera, han querido rebatir la teoría mantenida por Jaume Alonso-Cuevillas, diputado de Junts per Catalunya (JxCat) y abogado de la acusación ejercida por los padres del niño de tres años fallecido en la Rambla. Este letrado estima que no se ha probado que Es-Satty muriera en la casa de Alcanar, ya que los peritos de Marruecos que elaboraron el informe de ADN no han comparecido en el juicio y ha pedido que el tribunal en su sentencia ordene la apertura de otra investigación para determinar quién murió realmente.

Durante el procedimiento, Alonso-Cuevillas ha intentado que se investigara la posible relación de Es-Satty con el Centro Nacional de Inteligencia, por lo cual ha estimado una posible responsabilidad del Estado por el hecho que tendría en este caso controlado al imán que supuestamente formó la célula.

A la sombra del imán

Los fiscales han explicado que los atentados se gestaron desde el 2015, con la llegada a Ripoll de Abdelbaki es-Satty, que "fue el líder de la célula terrorista y quien transmitió el ideario terrible del Estado Islámico a los jóvenes" del grupo. "Es-Satty les ofreció una falsa atmósfera sagrada y les hizo creer que tenían que separarse de la sociedad, como así fue la evolución de los miembros de la célula, que fueron desvinculándose de sus actividades cotidianas al penetrar en sus mentes y en sus almas un fanatismo exacerbado", han comentado.

Han subrayado que entre los escombros de la casa de Alcanar fue encontrada una nota reivindicativa de los atentados que pretendían cometer, manuscrita supuestamente por Es-Satty, con la fecha del 20 de agosto del 2017 y el texto "Nosotros, los soldados del Estado Islámico en la tierra usurpada de Al Andalus".

Además han recordado que los Mossos d'Esquadra que han llevado a cabo la investigación consideran que los vídeos que grabó Mohamed Houli en la casa de Alcanar, mientras la célula preparaba los artefactos explosivos, serían también utilizados para la reivindicación de sus acciones. Para los fiscales, en el juicio ha quedado probado que cuando se produjo la explosión de Alcanar los terroristas ya habían alquilado tres furgonetas, que pretendían cargar con explosivos para detonarlos a distancia en unos atentados.

Ha añadido que los cometerían de forma inminente, el día 20 de agosto, en el Camp Nou, con motivo de un partido entre el Futbol Club Barcelona y el Betis, en la Sagrada Familia de Barcelona y en la torre Eiffel de París (Francia).

Los fiscales han indicado que en Alcanar se estima que los terroristas podían tener entre 200 y 500 kilos de explosivos y fueron encontrados un cinturón bomba suicida y diecisiete granadas de mano ya preparadas para usarlas, además de 104 bombonas de butano.

Por otra parte, han destacado que en los dispositivos de los terroristas fueron encontradas fotos del viaje a París de varios de ellos, entre los cuales se encontraba Younes Abouyaaqoub, en las cuales aparecen al lado de la torre Eiffel.