La señora Dolors tiene prisa. Dice que en su escuela no hubo baile de bastones policiales el domingo y por eso ha escogido la Ramon Llull de Barcelona para manifestarse. Ha cogido un taburete de la cocina y se ha plantado delante de la puerta de una de las escuelas que sufrieron más la brutalidad policial. La ANC ha convocado a las 11 de la mañana un acto de protesta y hay reunido medio millar de vecinos. La escuela está cerrada por el paro de protesta. Las rejas de la puerta están llenas de flores. Más claveles que esteladas. Ahora va de eso: ya no es sólo la independencia, es la dignidad.

Consellera Ponsatí en la escuela Ramon Llull / MV

La consellera de Ensenyament se emociona. Hace poco que está, pero Clara Ponsatí confiesa que está para esto. Han vejado las escuelas, el último reducto de urbanidad de un país. "Las calles hablan por ellas solas", dice Marta Rovira. Más que hablar, braman: "prensa española, manipuladora" cuando ven una cámara de TV. "Es muy sencillo, decid la verdad", por si no entienden el catalán. Cuando llega Santi Vila exclaman "ni un paso atrás". De repente llega el vicepresident. Una multitud de seguratas, asesores de prensa y cargos. Oriol Junqueras deja un clavel en la reja de la Llull y se detiene a hablar con Dolors. Tiene que hincar una rodilla en el suelo porque a la señora Dolors le cuesta levantarse. Le dice a Junqueras que proclamen la independencia "esta semana". Tiene 92 años y nos dice: "No sé si duraré mucho más". La vemos muy flamenca. Es el truco de hacerse el mayor para apremiar a los políticos. Dice que la parieron "republicana", en 1925.

La escuela Ramon Llull se llena de claveles en contra de la violencia policial

Hay una mezcla extraña de orgullo e indignación. Sentimientos positivos y negativos amontonados. Muchos chiquillos bajo el helicóptero de la Guardia Civil. Les vigilan. El asfalto está lleno de palmas de manos de colores. Hay restos de comestibles del domingo. Aquello parecen los restos de una batalla.

Manos

El lenguaje bélico es útil. Se convoca por megáfono a formar "una columna" para bajar hacia el centro. Una mujer con la pierna enyesada es empujada por su marido en silla de ruedas. Es el "tanque" de la columna. Suena Llach en la radio de un coche aparcado. "Segur que tomba". Ni un insulto, ni un disturbio. La columna ya baja por la calle Sicilia.

Manifestación 3-O / Sergi Alcàzar

La escuela Ramon Llull queda desierta hasta que mañana se llene de niños. La periodista llegada de Madrid nos confiesa que no sabe quién fue Ramon Llull. Los que querían la foto de Junqueras de rodillas ya la tienen, para mirar a los ojos a la señora Dolors. Ella recoge el taburete. Tiene prisa.