El asesor fiscal de la familia Pujol desde 1983, Joan Anton Sánchéz Carreté, declaró ante el juez José de La Mata que el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol le hizo una consulta "genérica" en el 2012 y le pidió consejo sobre un amigo que aparentemente tenía "fondos en el extranjero sin declarar".

Carreté declaró como testigo el pasado 4 de julio ante el magistrado que investiga la familia, que lo citó por segunda vez en la Audiencia Nacional (ya compareció en el 2014 ante el juez Pablo Ruz), a raíz de unos documentos que se le confiscaron con información bancaria de los Pujol en Andorra).

Fue el 25 de julio del 2014 cuando Jordi Pujol admitió la regularización fiscal de fondos derivados, dijo, de la herencia de su padre, si bien, según el testigo de Carreté, Jordi Pujol lo consultó dos años antes, en el 2012, sobre la problemática de tener dinero en el extranjero sin declarar, que atribuyó a un amigo suyo. "Yo me creí que hablaba de unos amigos", dijo Carreté.

No obstante, el asesor negó que en los años en los cuales ejerció de asesor fiscal del matrimonio Pujol-Ferrusola y posteriormente del primogénito del clan, Jordi Pujol Ferrusola, alguien lo informara de que tenían dinero fuera de España.

También explicó al juez que los abogados de los Pujol lo citaron el 7 de julio del 2014, el mismo día que el diario El Mundo destapó sus cuentas en Andorra, para informarlo del dinero que varios miembros de la familia tenían en el Principado, y en aquella reunión le dijeron que el expresidente catalán no tenía cuentas en el extranjero.

De esta manera, reitera la versión que ya dio en el 2014 que se enteró que los Pujol tenían cuentas en Andorra semanas antes que Jordi Pujol padre hiciera público el comunicado reconociendo que había tenido aquellas cuentas.