Joan Coma Roura, de Capgirem Vic, ha recibido esta mañana la comunicación del juzgado de Vic que informa que la Audiencia Nacional lo está investigando. Hace nada más cinco minutos lo ha llamado su abogado. Él hoy se había marchado para deconectar. "Intentaba desconectar pero cuesta", dice Joan Coma a El Nacional. Su parlamento en el pleno dando apoyo al decreto de desconexión del Parlament lo lleva directamente a Madrid y lo clasifica como el primer concejal imputado por el proceso catalán. 

"No estoy preocupado. Como muy lejos, esto llegará a que me juzguen, pero no llegará a una condena", dice Coma, que por lo que sí que se alarma es por el grado "de demofóbia que no permite decir según qué".

La Audiencia Nacional está investigando su intervención en el pleno, después de que Josep Anglada de Plataforma Vigatana enviara toda la documentación a la Guardia Civil. "Abrí diligencias a la Guardia Civil y llevé toda la documentación del pleno", admite Anglada a El Nacional. Josep Anglada pidió que se retirara la moción, pero nadie le hizo caso.

La moción que se presentó en el pleno del 9 de diciembre pasado fue como muchas de las que se han presentado y se están presentando todavía en muchos ayuntamientos de Catalunya. En Vic, la presentan conjuntamente CDC, ERC y Capgirem Vic. Como en otras mociones, de las que no tiene competencia el pleno, la secretaria municipal hace un informe negativo diciendo lo que se tendría que someter a votación, pero los grupos que la proponen, incluido el gobierno, la sacan adelante. Anglada pide que se vote a título individual y que se recojan en el acta las intervenciones de los concejales.  

Joan Coma Roura de Capgirem Vic, formación ligada a la CUP, hace su parlamento en la línea del resto de concejales de Catalunya, con un claro sentido hacia la desobediencia y con un mensaje claro hacia el partido del gobierno de Vic, en este caso, CDC: "Dejemos de supeditar las decisiones de nuestras instituciones a las decisiones de las instituciones españolas, en particular a las decisiones del Tribunal Constitucional, que consideramos falto de legitimidad y competencia. Desobediencia, venimos tiempo también reclamándolo. Nosotros siempre hemos dicho que para hacer la tortilla, habrá que romper los huevos, y esta declaración significa un claro paso adelante, hacia la construcción de la república catalana". La frase "para hacer la tortilla, hará falta romper los huevos" se malinterpreta, según Coma. La frase, que utiliza habitualmente de manera coloquial, no tiene ninguna voluntad más que ilustrar la necesidad de hacer alguna cosa más que declaraciones: "Sólo haciendo declaraciones no se aporta nada. Se tienen que empezar a hacer acciones reales" y se sorprende de que estas frases hechas no se puedan decir en pleno siglo XXI.