El Centro de Investigación en Sanidad Animal (IRTA-CReSA), el laboratorio de Bellaterra bajo sospecha por la posible fuga del virus de la peste porcina africana, tenía planificados al menos dos experimentos con este patógeno durante los mismos días en los que apareció el primer jabalí infectado en Collserola, a escasos 800 metros de las instalaciones. Así lo revelan documentos de la Comisión Nacional de Bioseguridad avanzados este viernes por El País. Esta documentación muestra un experimento planificado para octubre y noviembre en el que se iba a probar un prototipo de vacuna en una quincena de cerdos basada en una cepa del virus llegada a Georgia en 2007.
El laboratorio emitió un informe previo de 26 páginas aportado a la Comisión Nacional de Bioseguridad en el que se detallaban las medidas de seguridad para evitar una fuga del virus. Desde duchas obligatorias a los investigadores, filtrados dobles del aire, descontaminación química de las orinas y heces de los cerdos o incineración de residuos. "Todas estas barreras de confinamiento y control garantizan su no diseminación al exterior, por tanto, nulo impacto ambiental", asevera el documento al que ha accedido el citado diario. Este está firmado por el jefe de la Unidad de Biocontención del laboratorio, Xavier Abad, mientras que las investigaciones con la vacuna las realizaban Fernando Rodríguez y Jordi Argilaguet.
Cuando desde el Govern se apuntaba a la posibilidad de un bocadillo con embutido contaminado como principal hipótesis, la teoría sobre la posible fuga del laboratorio surgió el 5 de diciembre del informe de un laboratorio europeo de referencia. Este concluyó que el virus que circula no es el mismo, pero es muy similar a la cepa que se detectó en Georgia en 2007, una muestra que se utiliza con frecuencia en instalaciones de confinamiento para llevar a cabo estudios del virus o para evaluar la eficacia de las vacunas que están en fase de desarrollo. Por eso, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Departament d'Agricultura han abierto una investigación.
Ordeig pide evitar conclusiones precipitadas y avisa que es “difícil” que haya salido del laboratorio
Sin embargo, el conseller Óscar Ordeig ha pedido estos días “prudencia” con las hipótesis. El responsable del Departament d'Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació ha aseverado este viernes en declaraciones a RAC1 que "nada está descartado" y que "todas las líneas están sobre la mesa investigándose" por parte del Departament, el Ministerio y la Unión Europea. Pero ha avisado de que es "difícil" que haya sido una fuga de un laboratorio como el IRTA-CReSA, que lleva "muchos años" experimentando con peste porcina africana y que es un centro "de referencia de alta seguridad y de los más exigentes de Europa". Por lo que pide no descartar que se trate de una cepa natural o incluso que haya intervenido el factor humano de manera intencional. Ahora, dice, la "prioridad" es que los positivos no salgan del radio de seis kilómetros en Cerdanyola donde se han encontrado todos los casos de jabalíes infectados. En todo caso, ha dicho, se comprueba si las cepas del laboratorio y de los jabalíes infectados coinciden y todo se informará con “transparencia”.
A su vez, desde el centro de Bellaterra han aseverado que "no hay ninguna evidencia" de una falla en los protocolos de seguridad que explique un supuesto escape del virus de la peste porcina de su laboratorio. El veterinario e investigador del centro Joaquim Segalés ha afirmado en declaraciones a RAC1 que el laboratorio sigue unos protocolos de bioseguridad muy estrictos que hacen prácticamente imposible una fuga del virus. A raíz del brote detectado en Collserola, el equipo revisó todas las actuaciones de los últimos cuatro meses y no se detectó “ninguna alteración de la bioseguridad". La normativa internacional establece que para manipular un virus como el PPA hay que hacerlo en unidades de bioseguridad de nivel 3 (BSL-3), solo uno por debajo del máximo existente. Segalés asegura que el IRTA-CReSA trabaja con un nivel 3 “incluso aumentado”.
El IRTA-CReSA rechaza las hipótesis de la fuga por obras
Asimismo, también surgieron sospechas sobre una posible fuga mientras había obras de construcción de un nuevo edificio adyacente al actual. El IRTA-CReSA, sin embargo, ha descartado cualquier incidencia por ello y ha aseverado que los trabajos de ampliación se encuentran “en una fase inicial” y limitada “únicamente a trabajos previos de preparación del terreno y urbanización del entorno”. El centro aclara que no se está actuando “ni en el edificio de bioseguridad ni en ninguna de las instalaciones operativas”. Desde el inicio de las obras, la única incidencia registrada ha sido un corte puntual en el suministro de gas, que “en ningún caso ha tenido ningún impacto sobre la seguridad ni la actividad de investigación”.
Continúan las tareas en la zona cero para contener la enfermedad
Mientras tanto, un juzgado investigará el brote de peste porcina africana detectado en Cerdanyola del Vallès. Se ha creado un equipo conjunto formado por Mossos d’Esquadra y la Guardia Civil que ya ha trasladado al juzgado que ha comenzado a investigar el origen del brote. Concretamente, según informa el TSJC, se ha enviado un atestado al tribunal de instancia de Cerdanyola, del cual se ocupará el juez instructor número 2. Paralelamente, los efectivos todavía trabajan en la zona cero del foco de peste porcina y han levantado vallas en todo el radio de seis kilómetros donde se han detectado los casos para poder "intensificar" las capturas y sacrificios de jabalíes y así mantener el asedio a la enfermedad. Los positivos continúan siendo 13, todos ellos situados en un radio de seis kilómetros.