El Instituto Joan Brudieu de la Seu d'Urgell ha emitido este lunes por la mañana un comunicado anunciando que "retiraba la cámara de videovigilancia instalada dentro de una de las aulas y que todavía no había entrado en funcionamiento". Fuentes del centro educativo han manifestado que por parte del centro no se haría más declaración que el comunicado en el cual se justifican los motivos por los cuales se retira la cámara. Según el centro "el revuelo" en torno a las cámaras "no ayuda" a la imagen de "buena convivencia" de la comunidad educativa y ofrece "una visión" contraria a la realidad cotidiana que se vive.

Desde el Departament d'Ensenyament se pidió al centro que justificase el motivo por el cual instalaba cámaras dentro las aulas, ya que esta tiene que ser una medida "muy excepcional". Tal como adelantó la ACN, el centro instaló videovigilancia en un aula a petición del equipo docente.

Las cámaras habían sido instaladas pero no estaban en funcionamiento porque todavía no se había notificado a los servicios territoriales de Ensenyament, que son los encargados de ver si cumplen la normativa, conocer el objetivo concreto de la medida y comprobar si aporta más beneficios que intrusismo y si la proporción de la medida es la adecuada. La colocación de estas cámaras también requiere un consenso de todos los afectados; profesores, alumnos y en caso de ser menores, también de los padres.

Cámaras en pasillos y espacios comunes

Este sistema de vigilancia, que desde hace años funciona en el exterior del centro, en pasillos y espacios comunes, se quería ampliar en las aulas para evitar que se estropeen materiales informáticos y tecnológicos. La dirección del centro sostiene que desde que hay videovigilancia se han reducido las gamberradas y se han podido aclarar las causas de peleas o conflictos entre alumnos. En este sentido, se justificaba que "muchas veces son los alumnos los que piden la visualización de las cámaras". Todos los dispositivos de grabación que hay en el centro están indicados con un cartel para que los alumnos sepan que se les graba en todo momento.

El sistema de videovigilancia se instaló porque durante los fines de semana unos gamberros rompían periódicamente los cristales del centro y se colaban dentro. La medida disuasiva funcionó y lo han ido extendiendo a otros puntos sensibles como las aulas de informática o al laboratorio, donde se destrozaba material, o directamente desaparecía.