Los propietarios del restaurante Mas Ollero de Caldes de Malavella (Selva) han declarado este martes como investigados en el juzgado de instrucción nº. 2 de Santa Coloma de Farners por el accidente mortal del castillo inflable del 7 de mayo.

El matrimonio ha llegado acompañado de sus abogados, Carles Monguilod y Jordi Corominas, poco antes de las diez de la mañana y este mediodía se ha marchado sin que se les haya aplicado ninguna medida cautelar. Los dos han respondido las preguntas de todas las partes. Están acusados de un delito de homicidio imprudente y seis lesiones por imprudencia.

Las familias de las víctimas, tanto de la niña de 6 años que murió como de los seis menores que resultaron heridos, se han personado como acusación particular a través de los abogados Carles Alabau y Javier Soria.

Aparte de los dueños del restaurante, este martes también han declarado los trabajadores que se encargaban de la zona lúdica el día del accidente, entre ellos lo que se encargó de montar el castillo inflable.