En plena tensión por la expansión de la peste porcina africana y con el “perímetro de vigilancia” activado en Collserola, Salvador Illa ha defendido que puede continuar su viaje institucional a México sin comprometer la gestión del brote. A pesar de admitir que “la situación no es sencilla”, el president considera compatible mantener la agenda con la coordinación de la emergencia sanitaria, que recae directamente en los consellers de Agricultura, Òscar Ordeig; Interior, Núria Parlon, y Presidencia, Albert Dalmau. Desde el estado de Jalisco, donde este lunes inaugura el estand de Catalunya en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Illa ha recordado que se trata de “unos compromisos importantes trabajados desde hace mucho tiempo”. Por ello, afirma: “Es también un momento importante y por el momento puedo mantener la agenda”.
Las críticas de Junts y ERC, que exigían la suspensión del viaje para liderar la respuesta al brote, no han hecho variar los planes inmediatos del president, que tiene previsto regresar la noche del jueves y aterrizar en Barcelona el viernes a mediodía. Illa, sin embargo, asegura que está “conectado diariamente” a las reuniones de coordinación y que ha hablado tanto con el Ministerio de Agricultura como con el presidente español, Pedro Sánchez, para seguir la evolución de la situación. Según dice, el Govern está actuando con “todos los medios necesarios para controlar el brote”. La prioridad, insiste, es actuar “con rapidez y determinación” para frenar la propagación de la enfermedad y preparar un paquete de ayudas económicas para el sector porcino, uno de los más expuestos a las consecuencias del brote. En paralelo, Illa reclama máxima responsabilidad ciudadana y recuerda la prohibición de acceder al perímetro de vigilancia establecido en Collserola una zona ahora mismo clave en la estrategia de contención.
El asedio a Collserola
Collserola afronta días excepcionales. El parque natural continúa blindado tras la detección de casos de peste porcina africana en jabalíes, un brote que ha activado un dispositivo sin precedentes y ha obligado a la movilización de cientos de efectivos de ámbito autonómico y estatal. "Estamos en alerta sanitaria, el país se juega mucho. El ser o no ser los próximos años", avisa el conseller de Agricultura, Pesca y Alimentación, Òscar Ordeig. Aunque la enfermedad no afecta a los humanos, su alta mortalidad en jabalíes y el riesgo para el sector porcino han obligado a medidas drásticas. Los accesos principales están controlados desde hace días por Agentes Rurales, Mossos y voluntarios de Protección Civil. Diversos caminos han quedado cerrados y las actividades de ocio, como las carreras, ciclismo, paseos con perros sueltos o recogida de setas, están temporalmente prohibidas. “La prioridad es frenar la expansión del virus y proteger tanto la fauna salvaje como el sector porcino”, remarcan desde el Departamento de Acción Climática.