Primer día de confinamiento en Igualada. Los vecinos y vecinas están encerrados en el municipio, pero no lo están en casa. Pueden salir para ir a comprar y hacer cosas básicas. Aun así el ambiente es de total excepcionalidad.

Las calles están vacías. Hay menos actividad que un viernes cualquiera pero el ambiente es de tranquilidad. Eso, el único tema de conversación es el coronavirus.

Compras básicas

El comercio local está abierto. Algunos hornos y fruterías, sin embargo, atienden a los clientes desde la puerta. El mercado municipal ha abierto hoy. Ayer el alcalde ya lo anunció. La idea es que todo sea lo más normal posible y que no falte de nada. En el mercado prácticamente nadie va con mascarilla. No hay miedo. Hoy el ritmo de ventas es como el de siempre, aunque los paradistas explican que ayer sí que notaron a mucha más gente comprando.

"Es muy fuerte todo lo que está pasando, pero tienes que hacer una rutina", dicen algunos vecinos que hoy han salido a comprar el pan y a hacer las compras habituales de cada día.

Aunque algunas estanterías están medio vacías, no hay falta de productos. Los almacenes están llenos, y como ya hace días que pasa, los trabajadores de los supermercados no tienen bastante tiempo de reponer los productos.

Sin autobús y pagando zona azul

Desde ayer que no funciona ningún autobús interurbano de Igualada. El único medio de transporte son los coches particulares. Muchos de ellos aparcan en la zona azul. No está tan llena como siempre, pero los parquímetros funcionan con normalidad. Sólo hay un trabajador activado, porque el resto no son del municipio y no pueden entrar. Esta mañana se han limpiado y desinfectado los parquímetros.

La zona cero

El origen del brote de Igualada está en el barrio de les Comes, donde está el hospital, que es donde se detectó un caso que ha infectado a 3 pacientes que están ingresados y uno de los 3 muertos de la ciudad. Hay 200 trabajadores del hospital en observación. Les están haciendo las pruebas a todos y están enviando a algunos a casa para pasar la cuarentena. Algunos de ellos tienen síntomas y otros han estado en contacto directo con alguna de las personas que han dado positivo en el test del COVID-19. En el hospital han restringido las visitas y todo el personal va con mascarilla.

Media vuelta

Igualada está blindada por los Mossos d'Esquadra. No se puede acceder por ningún acceso. Sólo pueden entrar en el municipio los proveedores y aquellas personas que viven allí y por fuerza mayor no podaron entrar en la ciudad antes de las doce de la noche.

Los controles son permeables en algunos de los casos.

 

Algunos coches, sin embargo, han tenido que dar media vuelta.

El confinamiento afecta entre 65.000 y 70.000 vecinos y vecinas de IgualadaSanta Margarida de Montbui, Vilanova del Camí y Òdena.