La Conferencia Episcopal (CEE) de la Iglesia católica española ha hecho un informe donde recoge testimonios de abusos sexuales a 927 menores cometidos por 728 sacerdotes desde 1940. En una jornada sobre protección de menores en el ámbito canónico celebrada este jueves, el secretario general de la CEE, Francisco César García Magán, ha presentado una instrucción para guiar a diócesis y congregaciones sobre cómo actuar ante un caso de abuso y ha presentado el informe de casos, de siete volúmenes y más de 2.500 páginas, para "dar luz" e instar a las víctimas a denunciar.

El informe presentado en la jornada "Protección de menores: seguimos caminando" recopila también las actuaciones y protocolos llevados a cabo contra los abusos identificados por las más de 200 diócesis que conforman la Iglesia católica en España. Los volúmenes pueden consultarse en la web de la CEE y el organismo religioso confía en que pueda servir también como guía para otros ámbitos, como polideportivos y centros escolares. La Iglesia ha asegurado que el informe está "vivo", porque irá incorporando información actualizada y todo lo que se vaya conociendo nuevo, y afirman que están estudiando a 191 testimonios "para poder culminar el proceso pastoral o judicial oportuno".

97016f4947462aee31e3cd0c3dcfa46af267e29ew
Director de Protección de Menores de la CEE, Jesús Rodríguez / Foto: EFE

La mayoría de agresores y víctimas son hombres

La recopilación presentada por la CEE muestra que el 99% de los agresores son hombres y que los testimonios han identificado a 5 mujeres agresoras. Del total de 728 agresores identificados, 378 son clérigos, 208 religiosos no sacerdotes y 92 laicos. Se ha podido constatar que el 63,6% de los agresores ya han muerto. En cuanto a las víctimas, son hombres la gran mayoría, también el 82,62%, y mujeres el 17,38%. El informe también indica que las agresiones se cometieron en escuelas, seminarios, internados y parroquias, y que se dieron mayoritariamente, el 75%, antes de 1990.

El director de Comunicación de la Iglesia ha afirmado que la condición de víctima no prescribe y ha asegurado que "todo testimonio es siempre relevante, aunque sea un caso de muchas décadas atrás o sobre alguien que ya está muerto". "Reconocemos el daño causado y queremos ayudar a todas las víctimas, acogerlos, y acompañarlos en su sanación y reparación", han afirmado desde la CEE.