En materia de políticas públicas se ha hecho trabajo para alcanzar la igualdad pero no es suficiente. ¿Qué falta? En motivo del 8-M y la huelga feminista, la presidenta del Institut Català de les Dones, Núria Balada, insiste en la importancia de la acción pedagógica desde pequeños, pero también en adultos. A pesar de todo, no sólo se necesita más pedagogía. Según explica Balada, "las políticas y la sociedad se han construido con una mirada masculina". Así, cree que hay que fomentar que los roles masculinos no sean hegemónicos y también promover nuevos modelos de masculinidad. Pero para conseguirlo, los hombres "tendrían que renunciar a los privilegios que han tenido desde hace siglos".

Nuria Balada presidenta Institut Catala de la Dona - Sergi Alcazar

¿Parece una pregunta absurda sin embargo, existe la igualdad?

Los datos dicen que en Catalunya o a nivel internacional normativamente hemos hecho un avance importante. Aquí, por ejemplo, tenemos una ley de igualdad afectiva y específica de violencia machista. Lo que se fija en las leyes son los derechos a garantizar de las mujeres en Catalunya y en convenciones internacionales, pero no han pasado a la esfera real.

¿Qué quiere decir eso?

Normativamente tenemos una igualdad efectiva pero realmente no ha traspasado eso a la vida de las mujeres. Todavía sufrimos la brecha salarial, no estamos en sitios importantes de toma de decisiones, y sin embargo vemos que somos las mejor preparadas a nivel académico y somos las que tenemos unos currículums más elevados que los de nuestros compañeros hombres. Tenemos que seguir trabajando. Las mujeres hemos accedido al mundo laboral pero nuestros compañeros de viaje no han accedido a las tareas del hogar o del cuidado.

Y las estadísticas, ¿qué dicen?

Analizándolas se ve que hay trabajos muy feminizados que son los mal pagados y menos visibles, en cambio, los masculinizados tienen una retribución económica más elevada. Ahora, saliendo de la semana del Mobile, lo vemos con la presencia de mujeres en el congreso y también con la presencia general en el ámbito de las TIC.

Normativamente tenemos una igualdad efectiva pero realmente no ha traspasado eso a la vida de las mujeres

¿Y cómo se puede cambiar?

Ya de bien pequeñas se nos dirige a través de los medios de comunicación y con estereotipos de género. Se nos enfoca hacia ámbitos de cuidado, de atención a las personas. Mientras ellos cogen el rol más de dirección y ámbito tecnológico. Aquí está donde se tiene que trabajar más. Hay que hacer trabajo de reivindicación, de no dirigir a los niños o las niñas de pequeños a un mercado laboral.

Comentaba que las mujeres han entrado al mercado laboral pero, en cambio, los hombres no han entrado en los trabajos de cuidados y trabajos domésticos. ¿Qué falta en este sentido?

Pienso que mucha pedagogía. Hay que fomentar que los roles masculinos no sean los hegemónicos. Hay que promover nuevos modelos de masculinidad donde también entren en espacios feminizados. Otra cosa que podría hacerse es, que, en el ámbito de cuidados, se valore el trabajo doméstico y el trabajo de cuidados que están tan feminizados. Si cobráramos económicamente todo este trabajo con nuestros niños y personas mayores, no existiría la brecha salarial. No es que las mujeres no trabajen, es que lo que hacen no tiene una compensación económica. Eso se traduce a la hora de tener unas pensiones inferiores que perjudican la libertad económica de las mujeres. Hace falta mucho trabajo de pedagogía.

Nuria Balada presidenta Institut Catala de la Dona - Sergi Alcazar

Los hombres tienen una gran corresponsabilidad en eso. Se tienen que sacar estos privilegios hegemónicos que han tenido desde hace siglos. Se tiene que empoderar mucho a las niñas, y creo que lo vemos cada vez más. Hay que trabajar bien para que cojan roles que no sean el hegemónico.

Se tienen que sacar estos privilegios hegemónicos que han tenido desde hace siglos

¿Faltan políticas que promuevan la igualdad, en este sentido?

Lo que estamos trabajando, sobre todo porque ya empezamos a ver algunos frutos, es en formación, a la hora de establecer políticas públicas que no son neutras al género. No es lo mismo que hacer una calle o una plaza, las políticas públicas afectan sobre las mujeres.

¿Y bien?

Es necesario hacer trabajo de formación en la primera línea política, en altos cargos de mando que tienen capacidad de hacer políticas públicas en perspectiva de género. Este feminismo que reivindicamos día tras día también tiene que coger la política de nuestro país con una formación específica. Las políticas públicas no son neutras y hay que ver de qué manera podemos beneficiar al conjunto de la sociedad haciendo políticas justas y necesarias tanto para ellas como para ellos. Sin ir más lejos, lo vemos en el ámbito de la salud. Existe en el imaginario social que cuando tienes un ataque cardiaco, tienes una presión en el brazo. Pues bien, eso sólo los pasa a los hombres. Las mujeres tienen otra afectación. Las políticas y la sociedad, en general, se han construido con una mirada masculina. Se tiene que ir revirtiendo con mucha formación en diferentes capas de la sociedad.

Muchos hombres sin embargo, dicen que el feminismo no va con ellos.

Tiene que quedar bien claro que el feminismo no es lo contrario de machismo. El feminismo y las políticas de igualdad de género tienen un efecto beneficioso para hombres y para las mujeres. Los hombres tienen que estar interpelados porque es una lucha compartida. Lo que sí que tienen que hacer es, a la hora de visibilizar a las mujeres, dar un paso atrás. Sacar los privilegios para dar acceso a las mujeres. El feminismo es crítico porque quiere cambiar las cosas, si no continuaríamos con este patriarcado injusto para el 50% de la población. Por lo tanto, tenemos que cambiar el sistema que se ha establecido.

¿Pero las mujeres están lo bastante representadas?

La estadística dirá que no. Evidentemente todavía tenemos que hacer mucho trabajo de incidencia política. No hay una paridad real a las esferas de visibilización. Si no somos capaces de tener referentes femeninos en todos los ámbitos no lo cambiaremos. No tenemos referentes y una niña a la hora de escoger una carrera profesional, no es capaz de verse reflejada en una mujer que haya sido pionera con algún espacio. Aquí batallamos diariamente para seguir visibilizando el talento femenino de nuestro país. Tenemos una herramienta, el buscador de expertas, que ahora se ha abierto a toda la ciudadanía, para que cuando escogemos ponentes o tertulianas haya presencia de mujeres. No es una rabieta, realmente es beneficioso tener miradas diferentes. Cuando se visibilizan, a veces, lo hacen con un perfil determinado, una determinada edad, un determinado aspecto físico, y las mujeres son diversas.

Entrando en violencia de género, hay un estigma que hace que muchas personas piensen que sólo pasa en determinadas clases sociales. ¿Cómo se supera?

Creo que con datos. Lo vemos con partidos que niegan la violencia machista. Para revertir estos discursos negacionistas hay que sacar datos día tras día. La violencia machista no entiende ni de clases sociales ni de origen específico. Afecta al 50% de la población sólo por ser mujeres. Se tiene que hacer mucho trabajo en el ámbito de la educación para rebatir estos argumentos. Tanto en feminicidios como en violencia machista, no son casos individuales sino que son asesinados permanentes a un montón de mujeres que no se pueden permitir.

Nuria Balada presidenta Institut Catala de la Dona - Sergi Alcazar

Ahora, queda mucho trabajo de sensibilización de la sociedad para entender que eso no son hechos aislados sino que son feminicidios colectivos. No sólo pasan a Catalunya estos hechos, pasan en todas partes. Por eso la manifestación del año pasado fue masiva. Esta colectividad es lo que nos hace salir a la calle y decir que ya es suficiente. Los derechos de las mujeres no son una moneda de cambio política. Tenemos que hacer un frente común las fuerzas políticas, ir todas a una. Nadie puede prescindir de la violencia machista, hay que rebatir las mentiras y las fake news que utilizan algunas fuerzas políticas que dicen que la violencia machista no existe. No nos cansaremos de decir que no es verdad. Las mujeres del Consejo General del Poder Judicial nos dicen que sólo hay un 0,7% de denuncias falsas.

La violencia machista no entiende ni de clases sociales ni de origen específico

¿Hay peligro que los medios acaben "normalizando" a las víctimas de violencia de género y los feminicidios?

Los medios han hecho un largo reconocido. Antes no se hablaba, se negaba y ahora, a día de hoy, hay una condena colectiva y todos los medios se hacen eco. Evidentemente existe el miedo a que eso se normalice como una práctica habitual. Si no tenemos capacidad de visibilizar y que la sociedad tome conciencia, no avanzaremos. En el 900900120 cada vez llaman más personas del entorno de las víctimas que ven que aquella mujer ha estado sufriendo una situación de violencia machista, por lo tanto, saben que son capaces de reconocer lo que está pasando. Lo que necesitamos es que se pueda dar este paso adelante y salir de esta situación tóxica y se pueda romper este silencio. En la vida, la gran mayoría de mujeres, en algún momento también hemos sido víctimas de violencia machista. Eso afecta al 50% de la población.

En la vida, la gran mayoría de mujeres, en algún momento también hemos sido víctimas de violencia machista

Y los jóvenes, ¿son más machistas ahora que antes?

A nivel de estadísticas y lo que hablamos con las entidades no es que los jóvenes y las jóvenes tengan más comportamientos machistas ahora que hace unos años. Lo único que es cierto es que el uso de las redes sociales de forma incorrecta implica poder acceder de una forma más directa a la vida de las chicas. No es que sean más machistas sino que siguen repitiendo lo que ven. Se necesita más presencia de mujeres a los medios de comunicación. Y por otra parte, si seguimos viendo actitudes machistas en realities, actitudes de control... repiten lo mismo que ven. Eso también pasa con películas, dibujos, series de ficción donde realmente se siguen viendo estas actitudes machistas.

Nuria Balada presidenta Institut Catala de la Dona - Sergi Alcazar