La desaparición del turismo internacional y las restricciones de movilidad han obligado el sector hotelero a reinventarse para mantener las puertas abiertas. El Hotel Royal Passeig de Gràcia ofrece habitaciones como 'coworkings', el Hotel Urban de Barcelona cede espacios para películas y el Hotel Golf de Puerto del Conde (Solsonès) propone comer en las habitaciones y quedarse a dormir la siesta. El objetivo es ofrecer nuevas alternativas para atraer al público local y poder sacar un rendimiento del hotel. Sin embargo, las nuevas restricciones y el confinamiento perimetral del fin de semana dificultan la actividad del sector y afectan especialmente a los establecimientos de los municipios más pequeños por|para la falta de demanda.

En Barcelona, actualmente hay sólo un 30% de la planta hotelera abierta, con un 10% de ocupación, por término medio. Las nuevas restricciones han puesto en alerta en el sector, que prevé todavía más cierres de hoteles en las próximas semanas. "El estado de alarma, el toque de queda y el cierre de la restauración hacen poco atractivo venir a la ciudad y hacer turismo en general", lamenta el director general del Gremio de Hoteles de Barcelona, Manel Casals.

La pandemia ha obligado los hoteles a buscar alternativas. Algunos de estos han apostado por ceder espacios para gravar películas o anuncios y otros ofrecen habitaciones como 'coworkings' o 'colivings'. "No es una solución al problema, pero sirve para sacar rendimiento y hacer frente a los gastos fijos. Esta capacidad de readaptarnos es una buena noticia para el sector", asegura Casals.

Cambiar o morir

El Hotel Golf del Puerto del Conde (Solsonès) decidió ofrecer a los clientes la oportunidad de comer en las habitaciones y quedarse a dormir la siesta. De esta manera, esquivaban las restricciones del Gobierno sin incumplir ninguna normativa. La idea surgió como una broma|bruma, pero la decidieron salir adelante al ver la buena respuesta de los vecinos.

Sin embargo, la iniciativa les ha durado poco, ya que con el confinamiento perimetral para|por municipios durante el fin de semana, ya no ven ningún sentido. "Los vecinos no me vendrán a dormir en el hotel, ellos ya tienen casa aquí", reconoce la propietaria del establecimiento, Cristina Costa. Más adelante, si se vuelve a permitir la movilidad durante los fines de semana, no descartan volver a poner en marcha esta iniciativa.

En el hotel Fèlix de Valls (Alt Camp) ya hace cinco años que ofrecen habitaciones románticas a los clientes, un tipo de habitación más amplia, lujosa e íntima que ha tenido un incremento de reservas desde el inicio de la pandemia. De las 54 habitaciones que hay en el hotel, sólo una decena disponen de jacuzzi a junto a la cama y un kit sensual. Incluye 'delicatessens' como cava, chocolate, golosinas y desayuno en la habitación. Arran la Covid-19, hay que reservar estas suites con semanas de antelación. La lista de espera es de un mes para los sábados. Se han llenado todos los fines de semana desde la pandemia, excepto este.

habitacio romantica - acn

Foto: Una de las habitaciones románticas / ACN

Con las nuevas restricciones fijadas para|por el Gobierno, las reservas de la escapada romántica en este hotel, que se acostumbran a concentrar en el viernes y sábados, han caído en picado. "Nos ha afectado muchísimo, sólo estamos trabajando para perder", dicen desde Fèlix, mientras atienden llamadas por anular reservas.

Más propuestas: hoteles de larga duración

Por su parte, Vincci Hotels ha lanzado 'Vincci My City', una nueva apuesta de la cadena por disfrutar de la experiencia de los hoteles sin salir de la ciudad. La empresa ofrece una noche de alojamiento por|para 55 euros la habitación doble en hoteles de cuatro estrellas y 83 euros en establecimientos de cinco estrellas.

En Barcelona, el Hotel Royal Passeig de Gràcia ha decidido centrarse todavía más en el cliente local para hacer frente a las nuevas restricciones. El establecimiento volvió a abrir sus puertas a principios de julio, con una oferta especial para parejas y familias. Hace un par de semanas, la empresa ha lanzado una oferta para|por los clientes de negocios y ofrece habitaciones como 'coworkings' o espacios donde hacer estancias de larga duración.

Coworking Hotel Royal Barcelona - acn

Foto: El Coworking del hotel Royal / ACN

Por un precio de 69 euros por día o 99 euros con estancia completa, el cliente puede disponer de una habitación con despacho, salas de reuniones, acceso al parking y gimnasio y comida. Otra opción es pagar quince euros para poder hacer uso del espacio de 'coworking', con servicio de fotocopia, ordenadores de cortesía y acceso al parking y al gimnasio durante una hora.

Una de las últimas propuestas que ha lanzado el hotel es la opción de la larga duración, que permite a los clientes estar en una habitación desde quince días hasta un año. "No nos lo habíamos planteado nunca y ahora ya tenemos clientes con esta oferta, que vienen|venden a Barcelona para visitas médicas o por trabajo", explica la directora del hotel, Patricia González. El hotel tenía previsto tener un 50% de ocupación en octubre pero las nuevas restricciones han reducido esta cifra hasta el 40% y todavía podría caer más por|para el impacto del confinamiento perimetral de la ciudad el fin de semana.

Byhours trabaja con 150 hoteles en Catalunya y, a raíz de la pandemia, ha lanzado un Software as a Service (SaaS) que permite en los hoteles gestionar y distribuir, a través de sus canales de venta, 'packs' de alquiler de servicios por horas, ya sean salas de reuniones o habitaciones. "Cada vez es más difícil hacer largos desplazamientos, y acortar las estancias abre un abanico de posibilidades", admite Rodríguez.

El futuro de los hoteles

El director general del Gremio de Hoteles de Barcelona prevé una bajada de la ocupación "destacable" en los próximos dos años y asegura que, a corto plazo, costará recuperar la confianza en el turismo. A medio plazo, prevé menos vuelos y estancias más largas. "Probablemente menos gente viajará por trabajo pero habrá más reuniones puntuales de equipos o empresas", asegura.

En todo caso, recuerda que el alojamiento en los hoteles representa un 85% de la facturación de las empresas. Hace cerca de una década, estos establecimientos se veían sólo como espacios donde pasar la noche. En los últimos años, los hoteles han sido cada vez más pensados para "convivir" con el cliente local y abiertos a sus ciudades. "Es una tendencia que se ha acelerado mucho en los últimos años y ahora, con la pandemia, es más notable", resume.