Europa tiene intención de acabar con los cambios de hora, pero hasta que no se llegue a ningún consenso, nos toca seguir cambiando los relojes dos veces al año, en marzo y en octubre. El primer cambio de hora del 2023 llega este fin de semana, en qué tocará dejar atrás el horario de invierno y dar la bienvenida al horario de verano. Gracias al cambio, que se producirá la madrugada de este domingo, los próximos meses tendremos más horas de luz por la tarde. Sin embargo, siempre surgen algunas dudas. ¿Dormiremos una hora más o una hora menos? ¿A las tres serán las dos o a las dos serán las tres? Resolvemos todas las dudas sobre el cambio de hora y cómo nos afecta.

Cambio de hora marzo 2023: ¿cuándo se cambia al horario de verano?
 

Cambio de hora 2023: ¿dormiremos una hora más o una hora menos?

El cambio de hora, como es habitual, se producirá de madrugada, hecho que a menudo crea confusión, porque no queda claro si el cambio es el sábado o domingo. Pero es bien sencillo. La entrada al horario de verano será a las 2 de la madrugada de este domingo 26 de marzo, en que el reloj se adelantará una hora y pasarán a ser las 3. Es decir, el sábado será el último día en que tendremos horario de invierno y el domingo, cuando nos despertamos, estaremos en el horario de verano. Sin embargo, hay que destacar que el salto de las 2 a las 3 de la madrugada, implica perder una hora de sueño durante la noche de sábado a domingo. Así que si no queremos dormir menos horas de lo habitual, las opciones son irse a dormir pronto el sábado o despertarse una hora más tarde la mañana del domingo. Los móviles inteligentes están configurados para actualizar la hora de forma automática, pero para evitar la confusión con los relojes de pared o de pulsera, lo más práctico es mover las manecillas el sábado, antes de irse a dormir.

🤔 Cambio de hora 2023: ¿realmente nos ayuda a ahorrar energía?
 

¿Cuándo oscurecerá con el horario de verano 2023?

La entrada en el horario de verano hará que haya más luz por la tarde. Es decir, el sol se pondrá una hora más tarde, hacia las ocho de la noche. Por el contrario, a primera hora de la mañana habrá menos luz, porque la salida del sol también se retrasará una hora, y aproximadamente, no amanecerá hasta las 8 menos cuarto de la mañana. La hora del amanecer y del atardecer, sin embargo, irá cambiando en las próximas semanas, a medida que nos acercamos al solsticio de verano, el 24 de junio. Así, la hora en que sale el sol se irá adelantando, y la hora en que se pone se irá atrasando, de manera que se alargarán los días y se acortarán las noches. 

El objetivo de los cambios de hora es poder aprovechar las horas de luz natural al máximo para ahorrar energía, aunque el argumento ha sido cuestionado y hay expertos que afirman que este ahorro es mínimo. En cambio, apuntan que el cambio de hora tiene consecuencias negativas sobre la salud, dado que provoca un desajuste en los ritmos circadianos, el horario interno que sigue nuestro cuerpo siguiendo la luz natural. El Parlamento Europeo planteó la necesidad de poner fin a estos cambios de hora, pero antes, los países tienen que escoger con qué horario se quedan, y hoy por hoy, no hay ninguna decisión clara. España convocó un comité de expertos para estudiar la cuestión, pero no llegaron a ninguna conclusión y decidieron que lo mejor era no hacer ningún cambio. Los argumentos para mantener el de invierno todo el año están relacionados con criterios de salud, dado que es el más parecido al horario "natural", pero en un país donde el turismo supone el 12% del PIB, el horario de verano también es atractivo.