Cinco horas arrastrándose por el suelo, sin la insulina que necesitaba para su diabetes de tipo 1, al borde del coma y sin control de sus esfínteres. Así pasó Susana, la mujer de Viladecans que agonizó hasta la muerte entre susurros de ayuda ante el acusado, Mariano V., sus últimos momentos de vida. Este martes ha sido el turno del hombre para declarar y ha alegado que la víctima iba "pasadísima" de droga y alcohol y que él no pensó que se fuera a morir, ya que, según explica, ya la había visto así en otras ocasiones.

El hombre que dejó morir a su pareja asegura que iba "pasadísima"

Así lo ha explicado este martes ante la Audiencia de Barcelona, donde se le juzga por haber presuntamente dejado morir a su pareja diabética en su casa de Viladecans en junio de 2019, además de grabar vídeos durante las cinco horas que duró la agonía de la mujer y que ahora constituyen la principal prueba contra él. Mariano V., que se enfrenta a una condena de prisión permanente, está acusado por la Fiscalía y las acusaciones que representan a la familia de la víctima de un delito de asesinato por ensañarse al permitir que Susana entrara en coma y muriera sin hacer nada por impedirlo aunque ella le pidió varias veces ayuda y presentaba graves síntomas como mareo, ahogo, dificultad para hablar y falta de control de los esfínteres.

En su declaración, el acusado se ha defendido resaltando que su exnovia abusaba del alcohol y la cocaína y era "desordenada" en el control de la diabetes de tipo 1 que padecía, por lo que en muchas ocasiones, ha asegurado, la había visto en un estado similar a la noche en que murió, aunque solía recuperarse tras unas horas de sueño. Lo que sí que ha admitido es que fue a casa de Susana cuando ella le envió un audio en el que le pedía ayuda: "Estoy muy mal, no sé a quién llamar, no quiero que nadie me vea, ayúdame, tráeme medicamentos, tráeme algo, me ahogo, me mareo, azucarillo, no sé qué decirte".

Según su relato, y tras aclarar que "azucarillo" es como lo llamaba a él cariñosamente, cuando llegó la víctima era capaz de "caminar, ponerse insulina o ir a la cocina", pero iba "pasadísima" por una combinación de alcohol, cocaína y probablemente sedantes. Ante la situación, ha explicado que cocinó un plato de pasta que ella se negó a comer y que cuando intentó llevarle comida "se puso muy agresiva" e intentó golpearle y que, aunque fue empeorando su estado, ella le impidió llamar a enfermeros o a una ambulancia porque "no quería que la vieran así".

"Nunca pensé que pasaría eso, la había visto muchas veces en esa situación"

"Nunca pensé que pasaría eso, la había visto muchas veces en esa situación o peor", ha añadido el acusado, que ha admitido que al cabo de unas horas Susana se orinó encima y se cayó al suelo. Entonces fue cuando le colocó un cojín y una manta en el suelo porque ella presuntamente no quería que la llevase a la cama, y él se sentó en el sofá: "Estaba tan cansado que me quedé dormido, me desperté a las diez del día siguiente porque mi hermana me llamó. Veo que Susana está fría y no respira y no sé qué hacer".

Sin embargo, sus acciones posteriores a la muerte de Susana no le respaldan, ya que, pese a estar "conmocionado", fue al taller mecánico a llevar el coche de sustitución que le habían prestado mientras arreglaban el suyo y entonces ya se dirigió  a la comisaría de los Mossos d'Esquadra para explicarles que había muerto su pareja en casa y entregarles los vídeos grabados con su móvil. En las imágenes se oye la voz de Mariano diciendo: "Susana, por favor, tiraste la cerveza, tienes mocos en la cara, ¿fuiste al baño? ¿Te caíste cuando fuiste al baño?", mientras en otro de los vídeos pregunta a la víctima "¿qué te hicieron, qué te dieron?", y un tercero se la oye decir a la víctima "tres o cuatro botellas, quiero coca-cola". Pero ni había coca-colas ni él tenía dinero para comprarlas, además de que "tampoco las necesitaba, había azúcar, agua, miel...", se ha excusado.

 

Mariano V., acusado de dejar morir a su pareja / ACN

Mariano V., acusado de dejar morir a su pareja / ACN

En cuanto a los vídeos de la agonía de Susana, ha alegado que grabó a la mujer en ese estado con su permiso y con la intención de enseñarle después las imágenes para que tomara conciencia del daño que le hacía abusar de las drogas y el alcohol. Además, ante las posibles acusaciones de violencia machista ha negado todo: "jamás en la vida la he pegado, ni a ella ni a ninguna mujer", aunque cuando la víctima murió tenía un ojo morado y tiempo atrás se había roto las costillas, una lesión que el acusado ha asegurado que se hizo tras una "caída" cuando estaba ebria.

Asegura que no eran pareja y que su relación era de "sexo y drogas"

De hecho, Mariano V. ha desmentido que fuera pareja sentimental de la víctima y ha recalcado que, aunque dormía en su casa "cuatro o cinco veces" a la semana, mantenían únicamente una relación de "sexo y drogas" totalmente abierta, de manera que nunca sintió celos por imaginarla con otros hombres. A esto se une la prueba hallada en la casa de la fallecida, un lubricante vaginal abierto que él había comprado pero aún no estrenado con ella, que en un principio se llegó a considerar como el móvil del crimen.

De nuevo, su versión contradice alguna otra prueba, en este caso, un mensaje encontrado en el móvil de la víctima -"ni me dices puta y guarra ni me dices imbécil, ni me guanteas ni me pones las costillas como me las has puesto"- y el testimonio de un amigo de Susana, que ha explicado que Mariano V. "se puso celoso" una noche en el bar que ella regentaba, porque esta bailó con un amigo, por lo que empezó a insultarla y no le dejó coger su bolso, que se había olvidado en el coche de él. De camino a casa, ha explicado el testigo, ella le dijo que había vivido situaciones así "dos o tres veces", pero que no quería denunciar ni pedir ayuda: "Yo me entiendo sola", zanjó. 

Este lunes la acusación calificaba como "cruel" e "inhumano" al hombre, que seguirá siendo juzgado a lo largo de esta semana y se decidirá así la posibilidad de su ingreso en prisión o de otras medidas, en función de si se confirma el asesinato o no.