Agentes de la Guardia Civil que participaron en las cargas contra los votantes del 1-O en Sant Carles de la Ràpita sostienen que actuaron para hacer frente a la "resistencia activa" planteada por los ciudadanos y "proteger" a los miembros de la policía judicial que intentaban hacer cumplir la orden judicial de parar el referéndum.

Eso es lo que han declarado este martes por la mañana ante el juzgado número 4 de Amposta los primeros cinco guardia civiles citados como imputados, que sólo han respondido las preguntas de sus abogados y de la jueza. Lo han hecho desde Valdemoro, Madrid, mediante videoconferencia.

Los abogados de la sesentena de vecinos que han denunciado lesiones y daños morales prevén que el número de citaciones e imputaciones crecerá —el operativo estaba formado por más de un centenar de efectivos—. Quieren, además, conocer a quién dio las órdenes de cargar, sobre todo después de que el auto del TSJC pedía no alterar la convivencia ciudadana.

Una veintena de personas se ha concentrado este lunes por la mañana con pancartas contra la violencia de los cuerpos estatales ante los juzgados, donde los Mossos han establecido un importante dispositivo de seguridad que limitaba el acceso a la zona.

Una cuarentena de heridos

Durante la jornada del referéndum del 1 de octubre, el Servicio de Emergencias Médicas (SEM) tuvo que atender a un total de 45 heridos por golpes de porra de los guardias civiles.