TMB ha denunciado que anoche un grupo de una treintena de grafiteros pararon el metro en la estación de Maragall de la línea 4 para pintarlo y agredieron a los pasajeros que les recriminaron su acción. Una mujer embarazada fue rociada con pintura en la cara y dos personas más fueron sacudidas por los grafiteros.

Cada vez más agresivos

Los vándalos utilizaron el freno de emergencia para bloquear el tren, que estuvo algunos minutos parado mientras los grafiteros pintaban el vehículo, que tuvo que ser retirado. Los servicios de seguridad de Metro consiguieron detener a una de las personas implicadas. El personal de TMB considera a los grafiteros como un grave problema, ya que cada vez se muestran más agresivos con los empleados y también con los otros pasajeros (un problema común a otras ciudades del mundo). TMB ya ha anunciado que denunciará la acción.