La llegada de casi 4.000 adolescentes solos a Catalunya durante el 2018 ha obligado en el Gobierno a elaborar una nueva estrategia para acogerlos y velar por su inclusión social. Más allá de la gestión de la emergencia, el Departamento de Asuntos Sociales ha ideado acciones para mejorar la integración de los jóvenes.

La Estrategia catalana para la acogida y la inclusión de los jóvenes que migran solos, que se presenta este viernes, prevé la creación de un centro de primera acogida para hacer la identificación policial, potenciar la mentoría, y extender el acogimiento en familias extensas y ajenas, entre otros. El objetivo es garantizar el derechos de los niños y de ciudadanía con acciones compartidas por todo el Gobierno planificando de manera más flexible y aprovechando el fenómeno como una ''oportunidad de país''.

La secretaria de Infancia, Adolescencia y Juventud, Georgina Oliva, ha definido la estrategia como uno ''hoja de ruta'' diseñado por el Gobierno con la colaboración de los agentes que intervienen en la acogida y la inclusión de estos jóvenes que llegan solos a Catalunya. El reto es conseguir que los nombrados MENA se conviertan en ciudadanos de pleno derecho y capaces de emanciparse y poder construir el proyecto vital propio.

Oliva ha destacado que este 2018, el Departamento ha tenido que centrar los esfuerzos al solucionar la emergencia que ha supuesto la llegada de este 4.000 menores, con las dificultades que le supone al Departamento obtener información del gobierno español y la agilización de su regularización administrativa.

Por eso, han aprovechado el otoño para ''sentar, respirar y reflexionar'' y diseñar los cambios pertinentes para adaptar el sistema de protección de menores a las necesidades y especificidades del colectivo migrados extranjeros. ''Ahora ya no podemos hablar de emergencia'', ha especificado Oliva, ya que prevé que en el 2019 ''estaremos igual o con volúmenes de llegada superiores''.

Por eso, la secretaria de Infancia, Adolescencia y Juventud, ha remarcado que se ha planificado teniendo en cuenta, también, que para la mayoría de chicos ''Catalunya es su destino''. Por eso, dice Oliva, hay que diseñar políticas para que los jóvenes puedan llevar a cabo un proyecto propio en base a un trabajo y una vivienda.

Impulso en la mentoria


La estrategia incorpora cambios y proyectos nuevos. Una de las voluntades es la ''sensibilización de la ciudadanía'' como aspecto clave para conocer el fenómeno de los migrados adolescentes. Así, se prevé dar un nuevo impulso al proyecto de mentoría y conseguir que los chicos y chicas tengan referentes ''más allá del sistema de protección'' y que por lo tanto, se sientan más acompañados.

El proyecto, que con prueba piloto está en marcha con 17 parejas, prevé la figura del acompañante con el compromiso de ayudar al joven a hacer tareas o trámites habituales, como puede ser entregar un currículum o irse a matricular. Según Oliva, no es un compromiso de tanta ''alta intensidad'' como|cómo un acogimiento familiar, que también se quieren potenciar, pero que busca que el chico no se sienta solo más allá del sistema.

Dar este acompañamiento es lo que motivó la Glòria Langreo para ofrecerse y entrar al programa de mentoría, en su fase piloto. Hace poco más de un mes que conoció el Ismail Jabrane, un chico de 17 años y medio que llegó a Andalucía totalmente sol después de tres días en el mar. En taxi consiguió llegar a Almería y allí pidió ayuda a la mezquita. Allí explicó que quería ir a Barcelona y le pagaron el billete.

Una vez en la capital catalana siguió el periplo de comisaría y fiscalía hasta que se le asignó una plaza a un centro. Ahora, hace un año que vive en un CRAE de Horta y en diciembre le ofrecieron la posibilidad de entrar al proyecto de mentoría. Le pareció una buena manera de conocer gente nueva, aprender el idioma y visitar nuevos sitios y aceptó. De momento, se han visto tres veces con Glòria. Lo ha traído a sitios emblemáticos de la ciudad, como Montjuïc e intenta echarle una mano con el castellano.

Glòria, que era trabajadora social, reconoce que tiene sensibilidad para estos temas y está convencida que es positivo que alguien del país acompañe – la palabra ayudar no le gusta – estos chicos a su integración. Voz difícil que puedan iniciar relaciones con jóvenes catalanes y por eso cree que es importante que puedan salir de su ámbito.

De momento, se ven una vez por semana y visitansitios de la ciudad. Poco a poco se irán conociendo y podrán afinar más sus actividades. Para Glòria hay que hacer más difusión del programa de mentoría. Cree que es una buena manera de superar ''la miedo'' que provoca el desconocimiento. Critica que últimamente, los medios de comunicación sólo han publicado ''noticias negativas'' en torno a estos jóvenes y recuerda que seguro que hay ''perlas'', pero también ''gente bonita'', como en cualquier sociedad. Para Glòria, es importante que son jóvenes que se han tenido que marchar en busca de nuevas oportunidades. Acompañarlo, dice, es uno ''enriquecimiento mutuo'' y de momento, está contenta.

Un nuevo centro para identificar a los jóvenes


La estrategia catalana para la acogida y la inclusión de los MENA también incorpora la creación de un centro, en el área de Barcelona. El centro tiene que servir para identificar a los jóvenes cuando llegan a la ciudad y evitar así la conmoción que supone pasar por la comisaría que como ha reconocido Oliva, no están preparadas por la espera de estos jóvenes. Todavía no está clara la ubicación definitiva de este centro, pero si que se prevé que se pueda llevar a término la primera intervención educativa y la primera acogida en unas condiciones mejores que las que se daban actualmente.