El depósito de la gasolinera de Sant Sadurní d'Anoia que este martes sufrió una deflagración fue renovado en marzo de 2016 para incorporar un doble sistema de revestimiento. Así lo ha confirmado el propietario del establecimiento, que ha explicado que la empresa se anticipó adecuar los depósitos a una nueva normativa de seguridad que se prevé que entre en vigor el año 2019.

Al mismo tiempo, ha detallado que la semana pasada detectó un cierto "mal olor" y una ligera pérdida de presión entre las dos paredes del depósito, motivo por el cual solicitó la asistencia de la empresa de mantenimiento. El lunes, dos operarios constataron el punto de la incidencia y este martes procedían a repararla, cuando se produjo la deflagración donde murió uno de los mecánicos. El otro trabajador fue herido crítico y se encuentra ingresado en el Hospital de la Vall d'Hebron con quemaduras al 45% del cuerpo.

Los Mossos d'Esquadra y el Departamento de Inspección de Trabajo investigan este miércoles las causas de la deflagración que se produjo ayer martes a primera hora de la tarde. La información que recojan, junto con el informe de los Bomberos, servirá para instruir el atestado que trasladarán ante la justicia, con el fin de determinar si el accidente se produjo por causas fortuitas o por alguna acción negligente.

Vacío y desgasificado

El propietario de la gasolinera, que ha declinado hacer declaraciones delante de las cámaras y micrófonos de la prensa, ha subrayado que el depósito soterrado donde se produjo el accidente estaba "vacío y desgasificado" a fin de que los mecánicos pudieran trabajar "en una zona segura". Los trabajadores de la empresa de mantenimiento víctimas del accidente ya habían sido en la gasolinera el día antes, haciendo una inspección para localizar un pequeño escape detectado por el responsable del establecimiento unos días antes. Este martes estaban terminando la reparación y acabando de limpiar la instalación.

Por otra parte, el propietario del negocio también ha explicado que en marzo de 2016 los depósitos de la gasolinera se sometieron a una renovación del revestimiento, para incorporar un sistema de dobles cámaras por motivos de seguridad, adelantándose así a una normativa que se prevé que entre en vigor el año 2019. En esta obra se instaló un revestimiento de fibra de cristal y se superaron las inspecciones de seguridad con un certificado vigente hasta el año 2026.

A la espera de que avance la investigación policial, el propietario del establecimiento ha señalado que su principal hipótesis es que la deflagración se produjo porque se encendió parte de la fibra de cristal. Según ha relatado, el olor que se desprendía desde el depósito y el humo "negro y denso" son indicios que sostienen esta hipótesis, y ha insistido en la imposibilidad de que la deflagración se produjera por la presencia de gas "porque el depósito estaba vacío".