"No hay delito, no hay encubrimiento". Sindicatos policiales y diferentes organizaciones de mossos independentistas han hecho un comunicado de apoyo a los dos escoltas de Carles Puigdemont que acompañaron al presidente en su viaje a Bélgica y están acusados de encubrimiento. La Fiscalía pide para ellos 3 años de prisión.

En un comunicado hecho público hoy denuncian que el caso es "una injerencia inaceptable y un menosprecio a los demás países europeos".

También denuncian que el juez Pablo Llarena ha tenido una actitud de prevaricación: "Activó el CITCO [Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado del estado español] para hacer seguimientos y obtener información de nuestros compañeros y del presidente legítimo, ya que hizo un uso y un abuso de las herramientas del Estado para la búsqueda de pruebas inexistentes."

Califican de "temeridad inaceptable" desviar parte de los recursos del CITCO sin motivo aparente. Especialmente en una situación de alerta terrorista 4 sobre 5 en la UE.

"Esta indigna persecución ha llegado a límites delirantes como en el caso del profesor Josep Lluís Alay, que ha sido perseguido por unos recibos de un peaje, y que fue detenido y le fue decomisado el teléfono sin ninguna excusa que no sea la de la guerra sucia del estado profundo español contra el independentismo", dice también el comunicado.

 

 

El comunicado apunta también a la colaboración de diferentes mossos d'esquadra que han ayudado a "elaborar atestados con finalidades poco claras". Los firmantes piden apoyo institucional para los escoltas procesados y que se depuren responsabilidades a nivel interno para los que han colaborado en la investigación: "Exigimos al Departament de Interior y a la Prefectura del Cos de Mossos d'Esquadra que intensifiquen el apoyo institucional [si es que este se está llevando a cabo] hacia nuestros compañeros".

Tres años de prisión por encubrimiento

El juicio para los dos mossos está previsto el 24 de mayo. La Fiscalía pide 3 años de prisión por el delito de encubrimiento a dos Mossos d'Esquadra, escoltas de Carles Puigdemont. Los dos mossos viajaron a Waterloo y se encargaron de la seguridad del presidente durante el desplazamiento de Estocolmo en Bruselas el 23 de marzo del 2018.

Dos días después la policía alemana detenía a Puigdemont cuando acababa de pasar la frontera con Dinamarca.

Según el escrito de la Fiscalía al cual ha tenido acceso ElNacional.cat, "los investigados ayudaban a Carles Puigdemont, conscientes de que estaba investigado en España por su participación en hechos constitutivos de un delito de rebelión y otros, y que el juez instructor español encargado de la investigación había emitido una orden europea de detención y entrega con la finalidad de obtener su puesta a disposición para el enjuiciamiento".