Hoy hace un año del accidente de autobús en Freginals en el que murieron 13 chicas, estudiantes de Erasmus, y 23 personas más resultaron heridas. El siniestro fue uno de los más graves de los últimos años en Catalunya y tuvo resonancia internacional. Acaeció de madrugada en la autopista AP-7 a la altura de Freginals (Montsià). El Govern decretó dos días de duelo.

Los alumnos, que volvían de Valencia, de la noche de falles, eran de varias nacionalidades: Hungría, Alemania, Suecia, Noruega, Suiza, República Checa, Nueva Zelanda, Reino Unido, Italia, Perú, Bulgaria, Polonia, Irlanda, Palestina, Japón y Ucrania. 

El autocar se desvió en un primer momento hacia el arcén derecho y a causa de un volantazo del conductor, saltó la media, chocó contra un coche que circulaba en sentido sur y finalmente volcó. El vehículo estaba justo al final de una recta cuando perdió el control. Las medianas en esta zona son anchas, con vegetación y en algunos tramos con pequeños muros de hormigón. Los ocupantes del coche que circulaba en dirección a Valencia también quedaron heridos.

Desde el primer momento, el accidente se atribuyó a un error humano. Todo estaba en regla y nada hacía pensar que el autocar tuviera problemas mecánicos. Las causas del accidente no se han llegado a aclarar todavía. Al conductor del autocar se le atribuyeron 13 homicidios imprudentes y el caso todavía está siendo investigado. El conductor es el único imputado.

Detrás del accidente y los supervivientes hay historias personales de superación como la de la estudiante de medicina que perdió un brazo.

Hoy, los consellers de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, y de Interior, Jordi Jané, presentan un conjunto de medidas que aplicará el Govern para mejorar la seguridad del transporte de viajeros por carretera. Y estas medidas se enmarcan en el estudio llevado a cabo a raíz del accidente de Freginals.

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El proceso judicial

El proceso judicial del accidente vuelve a estar vivo. Aunque la jueza archivó el caso, la acusación particular y la Fiscalía pidieron que se reabriera porque ni tan sólo se había interrogado, durante la instrucción, al conductor del autocar. El nuevo magistrado del juzgado de Instrucción número 3 de Amposta decidió el 11 de enero reabrir el caso.

A principios de noviembre, la anterior jueza archivó las investigaciones sin haber tomado declaración al conductor del autocar, un hecho que sorprendió e indignó a las acusaciones particulares de las víctimas. La declaración del conductor se fue posponiendo ante el estado de salud en que quedó después del accidente.

La jueza argumentaba su decisión en el hecho de que no se había constatado ningún fallo mecánico, la conducción había sido estable y a la velocidad adecuada, el test de alcohol y drogas había dado negativo, no se habían producido distracciones por la utilización de dispositivos móviles y se habían realizado los descansos obligatorios. Los abogados de las víctimas rápidamente presentaron un recurso de reforma al juzgado de Amposta, subsidiario de apelación, que también presentó la Fiscalía. Todas las partes entendieron como "precipitada" e "ilógica" la decisión de la magistrada, atendiendo al hecho de que el único investigado no había prestado declaración.

El 3 de febrero el conductor declaró en los juzgados. Aseguró que no se había dormido; esta era la principal hipótesis del accidente. El chófer explicó que ni estaba cansado ni se encontraba mal.

El peritaje de los Mossos d'Esquadra ya había acreditado que había descansado el tiempo que reglamentario, que tampoco había tomado alcohol o drogas y que no estaba manipulando ningún aparato electrónico. Por estos motivos, la defensa del chófer ha vuelto a pedir el archivo de la causa.

El caso ahora está pendiente de la declaración de nuevos testigos.