En noviembre del 2020, en plena pandemia de la covid-19, un recuento de muertes en la residencia Fiella de Tremp encendió todas las alarmas. Después de días de confusión se conocieron los datos: el balance era de 64 residentes muertos del total de 142 que había. La Generalitat tuvo que coger el control del recurso. Los familiares de las víctimas han declarado este lunes por primera vez ante el juez que instruye la causa por presunto homicidio imprudente.

Ante el juez, los familiares han ratificado los informes de la Fiscalía y de los Mossos que apuntan que el escenario aquellos días fue de un "descontrol total". Evaristo Saura, hijo de una de las víctimas mortales, ha declarado a la agencia ACN que la residencia se convirtió aquellos días en la "casa de los horrores". Saura ha denunciado que hubo una falta de comunicación por parte de la residencia sobre cuál era la situación en el interior y ha descrito qué se encontró él cuando entró buscando a su padre: lo halló "atado a la cama y tapado con tres mantas". Su testimonio ha sido contundente y ha acusado a los responsables de la residencia de haber dejado "morir" a los residentes.

Este es uno de los testimonios de la veintena de familiares que a partir de este lunes han empezado a pasar por el juzgado de Tremp para declarar. Los primeros en acudir al juzgado han reiterado sus denuncias sobre la desatención que sufrieron los usuarios de la residencia. Entre las carencias que aseguran que pudieron comprobar está la falta de agua, comida y atención. En el caso de Saura, durante días no se le informó de cómo estaba su padre y el primer día que le llamaron fue para decirle que estaba muerto.

"Gente por los pasillos gritando socorro"

En las puertas del juzgado también ha hecho declaraciones el abogado de la acusación particular, Xavier Prats, que ha descrito las palabras de familiares como "muy claras" para comprender cuál fue la situación que vivió la residencia. Han declarado tres personas que entraron en el centro los días 28 y 29 de noviembre. Los familiares han descrito la situación de "fantasmagórica" y "de abandono total". Un familiar que entró solo a la residencia el día 29 encontró a gente por los pasillos gritando "socorro", en un ambiente "cargado", con mucho calor y "olor a muerte". Se introdujo sin ningún control y tuvo que ir habitación por habitación con la luz de la linterna del teléfono móvil para buscar a su familiar que ya estaba muerto. Según el letrado, los residentes no estaban en sus habitaciones y se vivió una situación "dantesca". El abogado de las familias ha lamentado que la fase de instrucción se esté alargando y que cuatro años después de los hechos todavía esté en proceso.

Comunicado de la residencia

En un comunicado, la Fundación Fiella-Sant Hospital de Tremp ha indicado este lunes por la noche que "los hechos que describen los familiares que han comparecido en el juzgado, los cuales la Fundación también lamenta, se produjeron a partir del día 28 de noviembre de 2020 cuando la residencia ya estaba intervenida por parte del Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya". "Clarificar también que desde el pasado día 26 de noviembre, la Fundación Fiella fue apartada de la dirección del centro", concluye el comunicado.