La Policía Nacional española ha detenido en Camprodon, en el Ripollès, a un hombre de nacionalidad marroquí, residente en Olot, en la comarca de la Garrotxa, sobre el que pesaba una orden de expulsión del territorio español por participar en actividades contrarias a la seguridad del Estado. El caso, según ha informado el Ministerio del Interior, se ha considerado una infracción muy grave de la ley de extranjería y ha comportado también la prohibición de regresar al Estado durante un periodo de diez años.
Un peligro público
El hombre, que había intentado sin éxito convertirse en imán en la localidad de Besalú en el año 2017, regresó a Marruecos tras el rechazo y posteriormente volvió a instalarse en Olot en 2020. Según fuentes policiales, se trata de una persona radicalizada, seguidora del salafismo, que difundía postulados antidemocráticos y contrarios a la convivencia, como que los musulmanes no debían relacionarse con el resto de la sociedad y que debía cumplirse la ley islámica por encima de la legislación y la Constitución españolas. Entre sus ideas, defendía el uso obligatorio del velo integral, el nicab, para las mujeres, e incitaba al odio contra musulmanes de otras ramas del islam, como los chiíes. También consideraba infieles a aquellos que acataban las leyes españolas. Incluso llegó a renunciar al procedimiento para obtener la nacionalidad española, alegando que "en el islam está prohibido tener la nacionalidad de un país no islámico".
La orden de expulsión, acordada por el secretario de Estado de Seguridad, fue recurrida por el afectado ante la Audiencia Nacional y posteriormente ante el Tribunal Supremo, pero ambos recursos fueron desestimados. Una vez ratificada la medida, la Policía Nacional procedió a su detención el pasado 1 de julio, y, mediante el Grupo Operativo de Extranjería (GOE) de la Unitat d’Estrangeria i Documentació (UED) de Camprodon, fue trasladado al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, desde donde se hizo efectiva la expulsión.
Este tipo de expulsiones, calificadas como "de alto valor", son una prioridad estratégica para la Policía Nacional, especialmente en el caso de personas con vínculos con el terrorismo o radicalizadas, por su elevada peligrosidad para la seguridad pública, asegura la policía española. En Catalunya, junto con otros cuerpos, como los Mossos y la Guardia Civil, se han llevado a cabo en los últimos meses diversas operaciones contra postulados salafistas y terroristas, siempre vinculados al terrorismo yihadista.