El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, adelantó anoche después de una segunda reunión del Consejo de Seguridad Nacional que el apagón general que ha dejado sin suministro eléctrico durante horas en toda la península Ibérica este lunes se ha producido después de la “desaparición repentina” de 15 gigavatios de energía —el 60% del total de la energía del Estado— a las 12.33 h en solo 5 segundos. Todavía se trabaja para aclarar las causas, pero las autoridades no descartan ninguna hipótesis que haya podido causar esto. Al día siguiente, expertos sobre la materia aportan un poco de luz.

El director del Institut de Recerca en Energia de Catalunya, Joan Ramon Morante, explica que la red eléctrica funciona de modo que la demanda se iguale con la oferta, para que haya un equilibrio. Por eso siempre se hace una previsión de la demanda el día anterior y en función de eso se hace la subasta de energía para escoger qué fuentes de generación tienen que intervenir y aportar la energía prevista, a la vez que hay un control continuo de la red para garantizar este equilibrio. Según precisa el experto en declaraciones a TV3 este martes por la mañana, se detectó un desacoplamiento entre la generación de energía y la demanda, que no parece atribuible a un aumento de la demanda (nada hace pensar que se haya consumido más electricidad de lo previsto, siendo un día de primavera, laboral, lunes al mediodía), por lo que Morante lo ve más atribuible a las fuentes de generación.

En concreto, el experto señala que en el momento del apagón había una importante aportación energética de la fotovoltaica, además de la base nuclear y una aportación menor de eólica. Morante asegura que estas energías renovables son menos regulables, y “se puede hacer más complicado responder de manera rápida a una oscilación o desequilibrio” que, por ejemplo, en el caso de la energía hidráulica. En este sentido, el experto del instituto de Institut de Recerca en Energia de Catalunya avisa que la creciente implantación de energías renovables, impulsada por la transición ecológica ante el cambio climático, tiene que ir ligada a una buena capacidad de almacenaje para poder hacer estas fuentes de energía más regulables y así mantener este equilibrio necesario en la red eléctrica. De esta manera, “prepararnos para ser más resilientes”.

De todos modos, Morante avisa de que no se puede descartar ninguna hipótesis, desde el error humano, a un desequilibrio por esta “oscilación no asumible” por la red. Así, el experto recuerda que la red es “una red interconectada” y que cuando falla un punto, como pasó en la estación de Maragall de Barcelona en 2007, pueden ir cayendo los enclaves de los alrededores como “piezas de dominó”. En este sentido, señala que entonces el objetivo es “aislar” rápido. Parece que no se ha conseguido y que ha caído toda la red española y portuguesa, que están “muy conectadas, es la red ibérica”, a diferencia de Francia, a la que solo se conecta con unos enlaces por Catalunya y el País Vasco.

Identificar el origen en la red

Por su parte, el exdirector general de Energia, Mines i Seguretat Industrial de la Generalitat Pere Palacín también ha apuntado en declaraciones en Catalunya Radio que ahora hay que identificar de donde venían los primeros 3.000 o 4.000 vatios que se apagaron, para encontrar el origen de estos 15 gigavatios desaparecidos de sopetón. Palacín ha explicado que eso es tal cantidad que hace fluctuar y perder la inercia a toda la red, porque no se ha podido devolver al punto de equilibrio. Si bien las autoridades siguen subrayando que no se puede descartar nada y que todavía se investiga todo, Palacín dice que “le cuesta creer” la posibilidad del ciberataque. Sobre efectos climáticos sobre la red como el viento o el calor, Palacín también señala que había buenas condiciones climáticas. El experto también apunta que las energías renovables “pueden oscilar más” y avisa de que es importante tener una “diversificación de fuentes” de energía, por lo que insta a desarrollarlas mucho más con grandes parques fotovoltaicos y eólicos si eventualmente se apagarán las nucleares, así como más almacenaje. Eso o vivir “comprando electricidad de los otros”.