La Garrotxa es una comarca con una riqueza paisajística, natural y gastronómica especial. Entre volcanes y pueblos medievales con un encanto único, la Garrotxa ofrece una gran diversidad de caminatas y actividades.

La proximidad entre los puntos más destacados a visitar hacen que esta comarca gerundense sea una opción perfecta para hacer una escapada de dos o tres días..

Excursionismo en la Garrotxa

La Fageda d'en Jordà es una de las paradas obligatorias para los que visitan la Garrotxa. El famoso bosque de hayas forma parte del Parque Natural de la Zona Volcánica.

La visita a la Fageda se puede hacer con un solo día, con dos lugares más muy destacados en la zona: la ermita en el interior del volcán de Santa Margarida y el volcán del Croscat. La ruta está perfectamente señalizada.

Para evitar problemas para llegar al inicio del recorrido, recomendamos aparcar el coche en el párquing de la Fageda. También se recomienda, teniendo en cuenta que es un destino muy concurrido, llegar pronto para asegurar encontrar aparcamiento.

Respecto a la indumentaria, recomendamos informarse sobre la previsión meteorológica y vestirse a conciencia en caso de hacer el recorrido en un día frío. Dentro del volcán de Santa Margarida la temperatura baja considerablemente y es importante ir preparado.

Circuito de los volcanes

Una excursión muy recomendada es la que permite visitar cuatro volcanes: el Montolivet, el Montsacopa, la Garrinada y el Bisaroques. Esta caminata de casi 11 kilómetros entre los municipios de Olot y les Preses, es un circuito apto y atractivo por público de todas las edades, tiene un desnivel muy viable y con pistas y caminos fáciles y bien indicados. 

Además de los cuatro volcanes grandes, al paso por les Preses encontramos un volcán menor, el volcán del Rincón, y el parque de la Piedra Tosca, un proyecto de recuperación del entorno natural para consolidar las actuaciones hechas por los antepasados hace 150 años.

Volcán de Santa Margarida

Vuelo en globo 

Si la Garrotxa es espectacular tocando con los pies en el suelo, a vista de pájaro en globo es indescriptible. Aquellos que quieran hacer frente al vértigo, disfrutarán de unas vistas espectaculares sobrevolando el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.

En cuestión de pocos minutos, el globo ya vuela a centenar de metros y al cabo de un rato ya se podrá disfrutar del volcán Croscat, el de Santa Margarida, la Fageda d'en Jordà y el pueblo de Santa Pau.

Si el día lo permite, también se podrá distinguir otros accidentes naturales como el Canigó, el Montseny, los riscos de Tavertet e, incluso, la bahía de Roses. Después de disfrutar de las espectaculares vistas, se acostumbra a ofrecer una cata de coca de chicharrones y una copa de cava.

Municipios con encanto único

El municipio medieval de Santa Pau fue declarado conjunto historicoartístico el año 1971. La visita a la plaça Major o Firal dels Bous, plaza con arcos desiguales, es una muestra de cómo el centro del pueblo mantiene intacto su rastro histórico.

Justo delante encontramos el castillo de Santa Pau, una edificación de la época feudal que supone el punto más alto del pueblo. El mayor encanto de Santa Pau es perderse por la villa así que nuestro consejo es que os dejáis guiar por vuestros sentidos y el entorno.

Municipio de Santa Pau

Besalú es uno de los conjuntos medievales mejor conservados de Catalunya. El origen de la ciudad fue el castillo que fecha del siglo X y está situado en la cima de una colina. La historia de Besalú se explica observando la singularidad de sus edificios y paseando por sus calles impregnadas de historia.

Los baños judíos de Besalú fueron descubiertos el año 1964 de manera inesperada. Es un edificio muy especial y es que, con estas características, es el primer edificio encontrado en España y el tercero en Europa.

Estos baños se encuentran en el espacio donde había la antigua plaza de los judíos y en el emplazamiento que ocupó la Sinagoga, documentada a partir del año 1264. Este es el recuerdo de las 20 familias judías que vivieron en Besalú durante el periodo medieval.

Otro punto de interés es la Esglèsia de Sant Vicenç, la actual parroquia del municipio. Documentada a partir del año 977, es una iglesia románica con algunos elementos góticos, como es el caso del rosetón y el ventanal.

Esglèsia de Sant Vicenç de Besalú

El puente románico de Besalú también merece detenerse para disfrutar del río Fluvià. El puente fecha por primera vez documentado el siglo XI y está formado por siete arcadas que ocupan 105m de largo.

Se explica que la torre en medio del puente era un peaje durante la época medieval del paso de caballos y otros animales. Más adelante, durante la Guerra Civil fue dinamitado y se reconstruyó durante los años 50-60 por el arquitecto Pons Mueve bajo el patrocinio y el apoyo de la Dirección General de Arquitectura.

Puente románico de Besalú

Hay otros municipios que también merecen ser visitados como son Beget o Castellfollit de la Roca, pueblos con un gran encanto arquitectónico y un entorno natural único.

Castellfollit de la Roca

Gastronomía de la Garrotxa

La zona de la Garrotxa se ha promocionado gastronómicamente bajo el lema: "Cocina volcánica". Esta corriente gastronómica es una de los más reconocidas y arraigados en el territorio catalán.

Productos de km 0

Els fesols de Santa Pau son uno de los productos excelencia de la Garrotxa. Estas judías están consideradas Denominación de Origen Protegida, un reconocimiento a los productos de calidad, tradicionales, agrícolas y alimenticios. Por otra parte, esta distinción, también promueve la preservación del cultivo por sus valores históricos y gastronómicos.

La calidad gastronómica dels fesols de Santa Pau es producto de la tierra volcánica en que están cultivados. El suelo volcánico favorece que la legumbre no retenga agua en exceso y le da una textura lisa. Además, estas judías son muy ricas por su elevado contenido de proteínas.

Os dejamos una recopilación de recetas por si, en caso de comprarlas, no se os ocurre con qué combinarlos.

Fesols de Santa Pau a la marinera. Foto: fesolsdesantapau.cat

Tan o más típico que els fesols de Santa Pau son las patatas de Olot. Estas patatas que se pueden rellenar de lo que uno quiera, son el producto gastronómico más característico de la Garrotxa.

Para poder hacer auténticas patatas de Olot es imprescindible que las patatas sean locales. Las más reconocidas son las de Olot, las del Valle de Camprodon, las de la Vall d'en Bas y las Prades.

Con origen a principios del siglo XX, las patatas de Olot son el plato más identitario de la cocina volcánica y se siguen elaborando con el método tradicional.

Patatas de Olot. Foto: mundisadirecto.com

La Garrotxa es una comarca que enamora. El cautivador entorno natural, una riqueza arquitectónica medieval única y la variada oferta gastronómica de proximidad, hacen de esta tierra un espacio que merece ser visitado. ¿Y qué, te hemos convencido?