Endesa ganó 171 millones de euros en el 2019, un 88% menos que los 1.417 millones del 2018 por el cierre de centrales de carbón. El impacto de esta situación fue de 1.409 millones en el resultado neto. Sin embargo, la compañía ha destacado que cerró el ejercicio "por encima de los objetivos anunciados" en su plan estratégico. La compañía ha destacado la "buena gestión" del mercado liberalizado en un "entorno complicado" tanto al negocio de la electricidad como al del gas y ha apuntado que las altas temperaturas y la ralentización de la economía han jugado en contra.

En concreto, Endesa ha calculado una reducción del 2,7% de la demanda de energía eléctrica como a consecuencia de estos altas temperaturas y el impacto de la ralentización de la economía sobre el consumo de las grandes empresas. También ha apuntado al incremento en el precio de los derechos de CO2, una caída significativa del precio del gas, un incremento de la producción renovable y un aumento de las importaciones. Endesa decidió en diciembre cerrar las centrales de carbón importado después de constatar la falta de perspectiva de mejora de la falta de competitividad a que habían llegado las centrales de carbón de la península. Antes, en septiembre, había promovido la discontinuidad de la actividad de estas centrales.

Por otra parte, la situación del mercado está acelerando el proceso de descarbonización del parque de generación eléctrica y eso ha hecho que Endesa haya apostado por incrementar las inversiones en energías renovables, un 211%. El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha afirmado que la compañía "liderará la transición energética al Estado" y por eso está haciendo un esfuerzo en inversión en renovables y digitalización. "Nuestra cartera de proyectos renovables asciende ya a unos 20.000 MW, de los cuales 5.700 MW ya tienen adjudicados puntos de conexión".