Gran hallazgo internacional. La compañía de Canadá Lucara Diamons ha encontrado en una mina de Botsuana un diamante de 2.492 quilates que se sitúa como el según mayor descubierto de la historia. El presidente del país, Mokweetsi Masisi, lo presentó este jueves y celebró el hallazgo "la piedra preciosa que será presentada al presidente es el diamante más grande hasta la fecha en Botsuana, pero el segundo mayor del mundo". La corporación canadiense ha mostrado oficialmente el diamante al jefe de Estado en un acto público que se llevó a cabo en la oficina presidencial de la capital, en Gaborone. A través de un comunicado, Lucara Diamonds ha detallado que "este notable hallazgo, uno de los diamantes en bruto más grandes nunca desenterrados, fue detectado y recuperado por la tecnología de transmisión de rayos X".
Descubrimiento en una mina
La nueva piedra se descubrió a la mina de diamantes de Karowq, en el centro-norte del país, y según ha detallado, la empresa es "un activo de clase mundial" en el mercado de grandes diamantes. El presidente de Lucara, Williamb Lamb, ha apuntado que "el descubrimiento refuerza la posición de Karowe como una mina de diamantes verdaderamente de clase mundial y destaca el éxito continuo de nuestra estrategia de desarrollo operativo y subterráneo". En este sentido, ha reconocido estar "encantados" con la recuperación "de este extraordinario diamante de 2.492 quilates (...). La capacidad de recuperar intacta una piedra tan grande y de alta calidad demuestra la eficacia de nuestro enfoque para la recuperación de diamantes".
Los diamantes más grandes del mundo
La clasificación histórica la lidera el diamante "Cullinan", descubierto en Sudáfrica en 1905 con 3.106 quilates y con un peso de 600 gramos, que forma parte de las Joyas de la Corona del Reino Unido. El hallazgo se produjo a 40 kilómetros en el este de la ciudad de Pretoria, mientras Wells realizaba una inspección en la mina. El nombre que recibió el extraordinario mineral es el del propietario de esta industria, Sir Thomas Cullinan. Dos años más tarde, en 1907, el general Louis Botha solicitó a la Cámara del Transvaal que autorizara el Gobierno de Pretoria adquirir el diamante por 150.000 libras, con el objetivo de ofrecerlo al rey a Eduardo VII como regalo de aniversario y demostración de lealtad del pueblo bóer. Sin embargo, la pieza era demasiado grande para conservarla en su forma original, de manera que fue enviada a una empresa de Holanda para que procediera a cortarla en fragmentos más pequeños. Finalmente, quedaron cortados en nueve diamantes Cullinan numerados del Y a LO SALE y otras 96 piezas menores. Las dos primeras joyas, las Cullinan I y II, también conocidas como Estrella de África II y II, pertenecen a la Corona británica, mientras que los otros siete Cullinan eran propiedad de la reina Isabel, que los distribuyó en un collar, un anillo y varios broches.
La tercera posición es para el diamante "Sewelo", de 1.758 quilates y también encontrado por Lucara Diamonds en Botsuana en el 2019. Situado en el sur de África, Botsuana, un país árido de poco más de 2,5 millones de habitantes, es uno de los mayores extractores de diamantes del mundo, con una industria que representa en torno al 80% de sus exportaciones totales.